Sexo maduro

Es ésta una historia física; orgánica. La carne de una mujer madura que se rebela en tinta contra las reglas y las imposiciones sociales. La esposa y madre burguesa que ve languidecer su matrimonio, sufre el síndrome de nido vacío y teme perder su femineidad con la llegada de la menopausia... Una flaubertiana Emma, tan insatisfecha como la señora Bovary, que es capaz de cambiar el curso de su historia tras el atropello a un joven. La medicina del azar será capaz de convertir lo que ella creía un final anticipado de su vida en un tórrido idilio que la reconciliará con su cuerpo y su forma de estar en el mundo. Una relación que actuará como un despertador empujándola a gozar de sus días, de su entorno, de sí misma... Y de su sensualidad. Si las mujeres toman forma del sueño que las contiene, como sostenía Arreola, pocas veces fue más cierto que en esta protagonista, que se infiltra amigablemente en nuestra existencia para funcionar como un gong que reverbera con nuestro más íntimo yo. Estas páginas cuestionan por qué el hecho de perder la capacidad reproductiva nos convierte, anímicamente, en personas «devaluadas». Cada línea está destinada a romper siglos de creencias basadas en señoras asexuadas al frisar la cincuentena, especialmente desde el personaje de la ginecóloga, voz detrás de la cual se esconde la propia autora. No es un libro destinado a mujeres con amenorrea. Es una invitación al goce y a la plenitud.