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Sigrid Kraus: «La autora ha hecho madurar a Potter de manera muy realista»

Sigrid Kraus / Directora de Salamandra. Y, debido a su extraordinaria intución editorial, la descubridora de Harry Potter para los lectores españoles. Ella nos comenta el lanzamiento del último libro de la saga.
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Y, debido a su extraordinaria intución editorial, la descubridora de Harry Potter para los lectores españoles. Ella nos comenta el lanzamiento del último libro de la saga.
La historia de este joven mago ha cambiado la vida de muchos lectores y, también, el devenir de la editorial Salamandra. Hasta la publicación de la obra de J. K. Rowling, este sello se había forjado una marcada identidad con libros muy literarios. Con la llegada de Potter, cedieron y se apuntaron un éxito que nadie habría podido prever con la primera edición de «Harry Potter y la piedra filosofal». Ahora van a por el octavo de la saga.
–¿Recuerda la impresión que tuvo al leer el primer libro de Harry Potter?
–Me acuerdo perfectamente de que, al llegar al día siguiente a la editorial, dije que lo quería. No publicábamos entonces libros juveniles, salvo «El Principito». Pero pensé que este era el libro que me hubiera gustado leer cuando era niña. Con él me acordé de la niña lectora que una vez fui. Así que hicimos una oferta para editarlo.
–¿Qué le atrae de estos libros y, sobre todo, de esta entrega?
–Cómo han ido madurando los personajes. J. K. Rowling no es nada mágica en este punto. Al revés, es muy realista. En este volumen, Harry está lejos de ser el padre perfecto y genial que te imaginas cuando lees sus primeras aventuras. Pero si lo piensas detenidamente, te das cuenta de que su evolución es muy coherente. Los problemas emocionales y las carencias que padeces cuando eres niño, se solidifican al llegar al mundo de los adultos. Y lo que le sucede a Potter lo puedes observar también en Hermione y Malfoy. Existe una gran coherencia en su devenir, algo que dice mucho de Rowlling y su capacidad para meterse en cada uno de los personajes y vivirlos. Imaginar a un niño y luego al adulto en el que se convertirá no es fácil.
–¿Veremos un Potter viejo?
–Ahora que he visto esta obra de teatro, creo que todo es posible. A lo mejor. Ella ha afirmado que no seguirá con Potter, pero, de nuevo, ha dejado el final medio abierto.
–¿J. K. Rowling podrá escapar algún día al embrujo que rodea todo lo de Potter?
–Creo que la imaginación que posee la tiene que expresar en novelas como las de Potter. Cuando escribe bajo el seudónimo de Robert Galbraith demuestra su capacidad para desarrollar un argumento en el que no sabes quién es el asesino y, también, para ahondar en el carácter de los personajes. Pero la parte de magia que reside en su imaginación, y recordemos que ella es muy creativa, eso lo tiene que canalizar por un lado y, desde este punto de vista, está atrapada. Cuando lees «Harry Potter y el legado maldito» reparas en que este guión es un trabajo de años, que esto no sale en dos minutos, que ella ha estado pensando mucho en esta obra. Una parte de Rowling debe vivir en esta saga. Debe apuntar las ideas que le surgen en un cuaderno, porque es un mundo muy complicado.
–¿Esperaba una evolución semejante?
–Cuando leí el primer libro no me podía imaginar que evolucionaría de esta manera. Ni siquiera en el momento en que supimos que era una serie, porque en las series, los personajes no crecen se mantienen con la misma edad. Pero en los libros de Harry Potter, los personajes crecen. Cuando me di cuenta, me dije que era muy ambicioso: hay un Potter de 15 o 16 años y uno adulto. Al leer esta obra te das cuenta de que muchas de las cosas ya las tenía pensadas desde el principio.
–¿Hay algo que haya repercutido en la saga?
–La fama. Harry Potter también se hace conocido en su mundo, y te das cuenta de que las dificultades que sufre él por estar en la voz de todo es una reflexión de lo que está padeciendo la propia autora. Son las dificultades de ella para vivir la fama.
–¿Cuáles son los lectores actuales de Potter?
–Bueno, es muy arriesgado decirlo. Cuando estuve en la representación de esta obra, en Londres, había un público con una edad que iba de los veinte años para arriba. Es el más fiel, el que quiere conocer la octava historia, pero también está emergiendo un lector infantil que descubre ahora la saga. Lo sabemos porque tenemos ventas espectaculares. Esto ha sido posible por la inteligencia de Rowling. Estos nuevos niños también querrán saber cómo siguen los libros, y se incorporarán, por eso, nuevos lectores. En este momento es un público bastante variado. Sin duda, la apuesta que ha hecho ella ha sido todo un éxito.
–¿Veremos algún día esta obra de teatro en España?
–El montaje no es difícil. Lo que tiene de maravilloso es que es muy sencillo. La estética de la obra no tiene nada que ver con las películas. Todo lo contrario: va a lo esencial. Creo que el montaje debería viajar. Espero que el éxito sea grande para que no se quede sólo en Londres. Pero ella es muy detallista. Ha elegido un teatro específico porque se ajustaba a la atmósfera que había imaginado. Tiene miedo de perder el control y de no controlar todo hasta el final.