Casa del Libro: haciendo historia desde 1923

Fue bautizada como Palacio del Libro, cuando el 15 de abril de 1923 abría sus puertas en el número 29 de la Gran Vía madrileña, por entonces Pi y Margall, pero esa denominación inicial fue abandonada en noviembre debido a «enojosas confusiones con otros establecimientos», pasando a llamarse, definitivamente, Casa del Libro. Su nacimiento surge a raíz de la decisión de la editorial Calpe, que dirigía Nicolás María de Urgoiti, de contar con su propia librería. Para ello, en 1919 adquiría un solar en el segundo tramo de la naciente Gran Vía donde construir un edificio llamado a convertirse en centro difusor del libro. Siguiendo los planos de José Yarnoz Larrosa, y tras varios años de obras, desde 1920 a 1923, quedó levantado el edificio que aún ocupa hoy. Su idea original era construir diez plantas —finalmente fueron aprobadas nueve—, con una planta baja donde podrían instalarse hasta cuatro tiendas —si bien la fachada principal se destinaría a la librería—, además de viviendas y despachos en las plantas superiores y almacenes en los dos sótanos. La librería se convirtió en una glamurosa “galería comercial”, en cuya entrada se habilitó un magnífico hall de estilo neobarroco para celebrar exposiciones, conferencias y encuentros con escritores y editores.

Fue el mismo arquitecto, junto con José Ortega y Gasset, quienes se encargaron de diseñar las salas y espacios dedicados a la venta en este nuevo establecimiento, que pronto se convertiría en uno de los símbolos de esta conocidísima y emblemática calle de la capital. Casa del libro se erigió como la primera librería moderna de España, fue pionera en permitir tocar directamente los libros sin necesidad de solicitarlos en un mostrador para hojearlos y valorarlos sin compromiso de compra alguno y siempre asesorado por los libreros, porque el eje central de su actividad era la experiencia del cliente. Curiosamente, en un momento en el que el analfabetismo superaba el cincuenta por ciento en España, se inauguraba una de las mayores librerías de Europa. Ésta albergó la sede de La Revista de Occidente, dirigida por José Ortega y Gasset, y se erigió como punto de encuentro de tertulias y reuniones de grandes figuras de la época, Federico García Lorca, Xavier Zubiri, Miguel de Unamuno, Ramón Menéndez Pidal, José María de Cossío, Manuel Azaña o Ramón Gómez de la Sern entre otros. Casa del Libro era un centro de reunión de la intelectualidad madrileña.

Tras el primer paso fundacional, la historia de la Casa del Libro inició su crecimiento dos años más tarde con la unión de la editorial Calpe con la casa editora Espasa con el fin de agilizar la publicación de los últimos tomos de la conocida Enciclopedia Universal Ilustrada Hispano-americana que dicha editora había puesto en marcha en 1905. La fusión entre ambas empresas tendría lugar en 1925, adoptando el nombre comercial de Espasa-Calpe. Tenían previstos 72 volúmenes que terminarían en 1930, año en que fue declarada obra «de utilidad pública», pero culminó el siglo XX con 120 volúmenes, que llegaron hasta 135 a principios del XXI. Para 1923, coincidiendo con la inauguración de Casa del Libro, el catálogo de Calpe incluía 1300 títulos, clasificados en 44 colecciones, con predominio de aquellos de carácter científico y literario. Tras la fusión, Espasa-Calpe se hizo con los fondos de la revista y editorial La Lectura —publicada en Madrid entre 1910 y 1930—, compuestos por libros de índole pedagógica y, sobre todo, por la célebre colección “Clásicos Castellanos”, considerada entonces la mejor biblioteca de obras maestras de la literatura española. Además, la editorial se hizo cargo de las publicaciones de la RAE: el Diccionario, la Gramática, la Ortografía, ediciones conmemorativas, obras literarias e históricas, y un largo etcétera.

A partir de 1925, su discurrir se desarrolla con cierta parsimonia hasta el estallido de la Guerra Civil en julio de 1936, puesto que en el transcurso de la misma, el edificio fue incautado por la Oficina Central de Propaganda de las Juventudes Socialistas Unificadas. La producción editorial se cortó de raíz y, obviamente, el mercado del libro prácticamente se volvió inexistente. En 1937, la delegación argentina de Espasa-Calpe creó la Colección Austral, pionera en lengua española de los libros de bolsillo. El primer título fue “La rebelión de las masas”, de Ortega y Gasset, que inicialmente se había publicado por fascículos en el diario "El Sol". Pero será en la dura posguerra, marcada por una brutal crisis económica, cuando la librería acuse de manera notable la escasez y dificultades propias que vivía España en esta época, incluida la censura como consecuencia de la victoria franquista, hasta que comienza a remontar al principio de la década de los cincuenta. En 1968, el primigenio local se amplía con un doble sótano dónde se ubicarán los títulos correspondientes a las secciones infantil y juvenil y en 1973, la Casa del Libro celebra su 50 aniversario con grandes actos culturales, como la realización “ex profeso” de una edición ilustrada de “El libro y el librero” de Gregorio Marañón, a los que se une la previsión de crecimiento de la librería con la incorporación de nuevos pisos. En 1975 serán inauguradas la segunda planta dedicada a Bellas Artes y la tercera a libros Científicos y Técnicos, mientras que en 1978 se ocupa la primera planta, abierta como sección de cartografía, viajes, cine y fotografía. Este crecimiento exponencial sitúa a la librería entre las cuatro primeras de Europa con 2000 m² de superficie y 45 millones de lectores anuales. En 1979 se realiza una gran campaña denominada “Protagonista el libro”, con motivo de los quince millones de libros vendidos y se distribuye una edición no venal de “El pobrecito hablador” de Mariano José de Larra con prólogo de Francisco Umbral.

La década de 1980 supone la consolidación de Casa del Libro como referente cultural en España abriéndose, aún de manera tímida, nuevas sucursales. En 1981 se alcanza la cifra de 50 millones de lectores, lanzando la Campaña “Protagonista: el lector” y, algo después, un nuevo avance, en 1983 nace la Cuenta Librería como un sistema de crédito y pago aplazado de libros. El nuevo hito llegaría en 1992 con su integración en el Grupo Planeta, que supuso un revulsivo para la estabilización y expansión de la cadena. Este es un paso definitivo para la incorporación de las nuevas tecnologías, ya que en 1995 se inaugura la librería electrónica, se desarrolla la versión digital naciendo www.casadellibro.com a la par que se inicia una primera fase de expansión que la llevará a convertirse en cadena, en apenas diez años abren 20 librerías físicas, siempre ubicadas en las mejores zonas comerciales de las principales ciudades españolas. Esta política de crecimiento lleva a Casa del Libro en 2011 a la adquisición de las 11 librerías españolas de la cadena portuguesa Bertrand, que se fusionan con ella. La Zona Socio y la plataforma “Marketplace” se incorporarán en 2013 y 2017 respectivamente. Entre febrero y diciembre de 2018 la Casa del Libro de Gran Vía cierra al público mientras se somete a una profunda remodelación con el fin de adaptarse a los nuevos tiempos, reorganizar su espacio interior y mejorar sus instalaciones. Otro cierre, esta vez debido a la pandemia COVID-19, tuvo lugar en 2020, lo que no frenó su crecimiento, llegando a 2023, año del centenario, con 54 librerías abiertas y un Programa de Socios con más de 2 millones de lectores. «Protagonista: el lector» era el lema de la campaña que Casa del Libro puso en marcha en 1981 y ese lema sigue estando hoy más vivo que nunca al celebrar el centenario de la principal red de librerías de España.