Así es Aya Nakamura, la superestrella francesa a la que no soporta la extrema derecha
La artista, que figura entre las candidatas a inaugurar los Juegos Olímpicos de París, ha recibido una oleada de insultos racistas por parte de grupos ultras como "Les Natifs"
Madrid Creada:
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Con tan solo 28 años, Aya Coco Danioko, más conocida como Aya Nakamura, es la artista francófona más escuchada en todo el mundo. Es una joven empoderada, superestrella internacional que alcanza millones de escuchas en Spotify. Una de sus canciones más reconocidas de su discografía es la de "Djadja", canción que lanzó en 2018 como parte de su segundo álbum de estudio, "Nakamura", y que coescribió junto a Le Side y Maluma. Su vídeo oficial cuenta con más de 950 millones de reproducciones en YouTube, y figura como ejemplo de la gran repercusión que ha tenido la música de esta creadora nacida en Bamako, Mali, ya no solo en Francia, sino en todo el planeta. No obstante, su trabajo no es bien recibido por parte de la extrema derecha francesa, quien rechaza a Nakamura al conocer la historia de que cantaría en la inauguración de los Juegos Olímpicos.
Entre el 26 de julio y el 11 de agosto, París acoge el evento multideportivo en su 33ª edición. Macron ha propuesto como una de las candidatas a inaugurar la ceremonia inicial a Nakamura, lo que ha desatado una tormenta racista entre la extrema derecha francesa, donde protestan en contra de dicha elección por no ser una artista francesa. Como se ha indicado, se trata de la artista francófona más escuchada del planeta, lo que hace que sea representativa del momento cultural y social, variado e internacional, que vive Francia en general y París en particular. No obstante, el hecho de que sea de Mali ha generado que la sección más ultra conservadora de la nación vecina reaccione de manera negativa, aún teniendo en cuenta que Nakamura reside en París desde pequeña, y ya cuenta con la nacionalidad francesa.
El grupo ultra "Les Natifs" ha salido a las calles con la pancarta "De ninguna manera Aya, esto es París, no el mercado de Bamako". Por su parte, Éric Zemmour, líder del partido "Renconquête", ha explicado que dicho grupo "detecta la belleza, la aman, la adoran, y por eso no votan por el rap ni por Aya Nakamura, sino por Mozart". Incluso una cabeza de lista en las europeas y sobrina de Le Pen ha cargado contra la de "Djadja": "No canta en francés. Canta mitad en inglés, mitad en verlán (argot), mitad con influencias, cómo decirlo, africanas. Mi tema es, ¿puede representarnos?".
Al igual que se ha producido una oleada racista de críticas y rechazo, tampoco han tardado en salir a la luz las defensas hacia la música y el nombre de Nakamura. La Fiscalía de París abrió el pasado viernes una investigación por presuntos insultos racistas contra la cantante, a causa de la polémica por una posible actuación que, además, no ha sido ni confirmada de manera oficial. La Licra (Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo", con sede en Francia, ha sido la encargada de presentar una denuncia por "publicaciones de carácter racista en perjuicio de Aya Nakamura". Por su parte, la asociación SOS Racisme ha lanzado un comunicado en el que explican que también emprenderán acciones legales, denunciando "olas de odio racista" contra Nakamura: "El objetivo de la pancarta de Les Natifs era afirmar que, aunque es una artista francesa, no tiene legitimidad para representar a Francia debido a sus orígenes malienses, claramente descalificantes a ojos de la extrema derecha".
Asimismo, Rachida Dati, ministra de Cultura, ha advertido que "cuidado con los pretextos puramente racistas para atacar a alguien. Atacar a una artista por lo que es resulta inaceptable, es un delito". Y la propia Nakamura ha decidido pronunciarse al respecto, escribiendo en su perfil de X (antes Twitter) que "me estoy convirtiendo en el objetivo número uno del Estado, y eso duele. ¿Qué es lo que os debo?". Asimismo, en otro tuit agradecía "el apoyo, especialmente a mi comunidad. Tengo la impresión de que presenté a Édith Piaf y ella se reencarnó en mí. El resto, les gustemos o no, es cosa suya", escribió en relación a la canción que cantaría en los Juegos, que sería una versión de la icónica artista francesa.
Nacida en Bamako el 10 de mayo de 1995, Nakamura creció en una familia de griots, que son narradores de historias de tradición oral del oeste africano. Es la mayor de cinco hermanos, y siendo bastante pequeña ya se mudó a las afueras de París. Debutó en la música en 2014, con 19 años: publicó "Karma", su primer sencillo, y en 2016 firmó con Warner Music France. El primer disco llegaría en 2017, bajo el título "Journal intime", y que incluía una de sus primeros éxitos, la canción "Comportement".
La popularidad nacional e internacional le llegaría con la mencionada "Djadja", convirtiéndose en la primera artista francesa en tener una canción número uno en Países Bajos desde Edith Piaf, con su canción "No, je ne regrette rien", en 1961. Además, en cuanto a música cantada en francés, llegó a superar a la icónica "Alors on danse", de Stomae, también en las listas holandesas.
La artista, por tanto, arrancó publicando música en línea, en sus redes sociales, y en poco tiempo llegó a conquistar las más de 550.000 ventas solo en Francia. Su último trabajo lo lanzó en 2023, cuando publicó "DNK", cuarto álbum de estudio. En estas canciones presenta icónicas colaboraciones, junto a Myke Towers o Kim, así como destacan las canciones "SMS", "Corazon o "Baby".