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Entrevista
Estrella Morente: «En mi casa ha entrado el pan por el jazz»
En octubre ofrecerá en el Teatro Real un espectáculo con el que, uniendo jazz y flamenco, presentará la base de su próximo álbum
No le pondrían en vano ese nombre a la que, más que una diva, es una artista rotunda de voz imponente y arte de cuna. Estrella Morente es embajadora de esa curiosidad intrínseca a su apellido, esa que llevó a su padre a lo más alto de la música. Pues el gran Enrique experimentó e investigó en sonidos a tantos niveles que a sus hijos les debe salir de forma inconsciente el sorprender y evolucionar desde el respeto a la raíz flamenca. Estrella ha decidido acercarse al jazz en un espectáculo cuyo estreno mundial tendrá lugar el 9 de octubre en el Teatro Real de Madrid. Junto al saxofonista Tim Ries, quien dirigirá a la OCO Band, la cantaora mostrará ante el público la base de «Estrella a estrellas», su próximo disco dedicado a nombres como Ella Fitzgerald, Billie Holiday o Nina Simone. «Mis estandartes», asegura Morente.
¿De dónde nace su curiosidad hacia el jazz?
Mi padre siempre ha tenido debilidad por el jazz. Cuando le propusieron hacer la Bienal de Sevilla, llevó como propuesta un espectáculo junto a Max Roach, uno de los baterías más maravillosos que nos ha regalado este género. Recuerdo aquellos días de preparación, donde sonó «Summertime» y otras piezas que quedaron como banderas clavadas en mi corazón. En mi casa ha entrado pan por el jazz, y siempre lo he llevado conmigo. Para mí, Miles Davis o Billie Holiday me han inspirado para cantar flamenco.

Conocemos el lado rockero de su padre gracias a «Omega», junto a Lagartija Nick. Pero quizá no se sabe tanto de su faceta jazzística.
Estoy de acuerdo. Con «Omega» anuló todo lo que se había hecho hasta entonces, dejó todo lo demás obsoleto, antiguo. Y si me apuras, diría que aún no se ha superado, y sigue estando de plena actualidad. También, además del jazz, trabajó con música sacra. No quiero menospreciar a nadie ni ser exagerada, pero es que no conozco a nadie que haya creado tanto, también con la música electrónica. Ahora la gente trabaja ese género junto al flamenco, y es bonito, pero para mí no es una novedad. Mi padre ya lo hizo en «Pablo de Málaga», cuando le llamaron el primer cantaor cubista. Era un especialista en meterse en líos.
Actuará con Tim Ries, y también giró con Lenny Kravitz, ¿estamos ante la Morente más internacional?
Hay cosas que la gente desconoce, pero si contara todo lo que hago aburriría, como decía mi padre. Soleá y Kiki (Morente) también llevan un camino absolutamente disparado hacia la búsqueda. Desde que he empezado este trabajo del jazz, se supone que soy la moderna, pero suele serlo Soleá, y Kiki trae cosas debajo el brazo que daría lo que fuera por ver a mi padre escuchándolo. Él creó atravesando los tiempos, hizo cosas que aún ni se conocen. Entonces, mi casa siempre ha sido internacional. Y no quiero olvidar a mi madre, poetisa y una escultora que alucinó a Barceló o a José María Sicilia. Si mi padre fue indescriptible, a ella no sabría definirla. En mi casa se han hecho cosas muy relevantes, y es mi responsabilidad recordarlo.
Rinde homenaje a Nina Simone, Chavela Vargas... grandes artistas que también fueron en parte menospreciadas, por su raza o su orientación sexual. Como mujer gitana, ¿qué les une?
Hay un ramillete precioso de mujeres que recordamos ese trabajo. Tenían tanta riqueza humana y artística que todas nosotras podemos sentirnos identificadas con alguna, eran un universo, una explosión de sensaciones. Unas hicieron más ruido que otras, pero todas eran un auténtico volcán. Los que hemos hecho este disco somos unos enamorados de ese concepto de pureza de esas personas que pasan por el mundo y dejan una estela de luz a pesar de las sombras.

¿Y qué estela quiere dejar Estrella Morente?
Hablar de uno mismo es complicadísimo. No sé si merecerá la pena que me tengan en cuenta, pero sí sé que lo que haga será con honestidad y verdad. No es que el pesimismo me pueda, me valoro y sé que tengo un cometido, una obligación moral y profesional, porque me han educado en eso. No sé qué legado dejaré yo, pero lo que sí sé es que Soleá está haciendo algo muy serio, está creando un estilo. Y la gente que hace el ruido justo en el momento exacto, es la que se hace gigante.
Escuela morentiana, de Rosalía a Las Migas
El flamenco en femenino vive un gran momento. A Estrella Morente se le pasan varios nombres por la cabeza al mencionar esta fuerza emergente: Ángeles Toledano, Las Migas, Rosalía, Naike Ponce, Aroa Fernández, Encarna Anillo... «Están haciendo una obra hoy día muy importante. Son todas de una escuela muy morentiana, que tiene respeto a los maestros, pero a la vez llevan la libertad de expresión por bandera», define la cantaora.
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