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PhotoEspaña polioperada

Orlan: "Uso la cirugía para desviarla de sus costumbres, para afearme"

La controvertida artista performática aterriza en el Círculo de Bellas Artes con su muestra "Esta es mi historia...del arte"

Orlan, la artista multimediática caracterizada por realizar performances quirúrgicas realizadas en su cuerpo, expone en la presente edición de Photoespaña
Orlan, la artista multimediática caracterizada por realizar performances quirúrgicas realizadas en su cuerpo, expone en la presente edición de PhotoespañaDavid JarLa Razón

Se escapa conscientemente de las categorizaciones y etiquetas artísticas, abraza el cambio de manera enfermiza y se opone al determinismo social y político, pero también al natural: su cuerpo es un catalizador de experimentos, un objeto artístico, el material de trabajo. Tiene dos implantes en las sienes cubiertos con brillo –destinados originalmente al aumento de los pómulos– y se ha sometido a nueve intervenciones quirúrgicas en directo acunada por un barroquismo teatral y unos conceptos corporales metamorfoseados dignos del último trabajo de Cronenberg para convertir su cuerpo en una hibridación de partes corporales procedentes de diferentes pinturas o esculturas. ORLAN (la mayúscula en este caso se vuelve imperativa) es tan exagerada como su discurso. No se sale de ningún marco porque directamente no lo necesita ni permite que los demás lo utilicen para dirigirse a ella. Excesiva e inclasificable, una de las principales prácticas definitorias de la obra de esta artista gala con la que el Círculo de Bellas Artes daba ayer el pistoletazo de salida a las muestras de la última edición de PhotoEspaña, es el uso descontextualizado de la cirugía plástica con el que pretende denunciar las presiones sociales ejercidas sobre el cuerpo femenino.

Junto a las obras históricas que se exhiben en la muestra (entre ellas, una reinterpretación del famoso "El origen del mundo" de Courbet titulada "El origen de la guerra", en donde la explicitud genital femenina ha sido sustituida por la masculina y varias fotos de la francesa en blanco y negro), observamos también la serie completa de las doce "Self-hybridizations between women. Weeping Women Are Angry", fotomontajes inspirados en los retratos de Dora Maar llorando pintados por Picasso transformados ahora en composiciones frankestein con la boca, las manos o los ojos de ORLAN.

Asegura que quiere a los hombres, pero a los buenos, no a los que matan ni a los que violan. Cuando le preguntamos por su relación con la obra del maestro malagueño asegura que "siempre fue un artista excelente, muy importante. Pero, efectivamente, su vida en relación con los demás, particularmente con las mujeres, tiene más matices. Aunque yo no juzgo en este caso ni al pintor ni a la modelo. Invito a las mujeres a que salgan de las sombras". Tras un rato de espera buceando en su propuesta artística, nos sentamos por fin a hablar con alguien que desprende cierto nivel de divismo impostado en las distancias cortas y nos recibe con los labios pintados de azul. A la segunda pregunta confirmamos que no le gusta demasiado mirar a los ojos.

En sus trabajos inspirados en los retratos de Dora Maar pintados por Picasso aparecen mujeres que lloran, mujeres que están enfadadas. ¿Qué hace llorar a ORLAN? ¿Qué consigue cabrearla?

No logro entender actualmente cómo hay todavía hombres que son capaces de asolar, de chillar, de violar, de pegar, de matar a las mujeres. Esto es algo real que ocurre y al mismo tiempo difícil de creer. Quiero a los hombres, me gustan los hombres, pero me gustan los seres humanos bellos, no estos cerdos. Esto tiene que parar. No es posible en 2023 estén fabricados de esta manera, porque es la sociedad la que los construye. Es algo realmente grave. Y lo que me hace llorar son las mujeres que siempre están en la sombra: las que son discretas, hablan bajo, son buenas, jovencitas, se esconden, no avanzan, no destacan, todas aquellas a las que no se ha enseñado a sobresalir. Porque pasa igual que con los hombres, son construcciones sociales. Por desgracia la sociedad también fabrica parejas tóxicas, que es el resultado de la suma de esos dos perfiles, como en el caso de Picasso y Dora Maar.

Una artista que lleva toda su vida dedicada al arte corporal, que se puede decir que inventó el concepto de "Carnal Art" para convertir su cuerpo en objeto de creación, ¿en base a qué elementos ha construido su identidad? ¿De qué está hecha?

Estoy a favor de las identidades nómadas, mutantes y completamente en contra de las identidades fijas por lo tanto nunca me crearé una identidad única. Estoy siempre trabajando para crearme identidades distintas basándome en la sociedad que me rodea, el entorno en el que me encuentro, las ganas que tengo de decir determinada cosa o hacer algo concreto. Siempre estoy emancipándome de mi propia emancipación. Eso es lo que hay que hacer, pensar en contra de uno mismo. Tendemos a pensar que pensamos libremente, cuando en realidad siempre hablamos a través de los otros. Son los otros quienes nos condicionan, nos moldean, nos orientan. Yo siempre digo que no soy, sino que somos. Somos una suma de identidades, una suma de todo lo que nos han inculcado nuestros padres, una suma del formateo de la sociedad leyendo ese formateo como un conjunto de comunidades o religiones, cosas que rechazo totalmente.

"No logro entender actualmente cómo hay todavía hombres que son capaces de asolar, de chillar, de violar, de pegar, de matar a las mujeres"

Orlan

¿En qué momento empieza a percibir como emancipador o liberador el hecho de convertir su propio cuerpo en material de trabajo?

Al principio hice como la mayoría de los artistas: me centré en el arte figurativo, en la escultura, en el dibujo, pero rápidamente pensé que lo que era importante como mujer, sobre todo como mujer artista, era trabajar, utilizar y cuestionar el cuerpo, concretamente el estatus del cuerpo dentro de nuestras sociedades a través de todas las presiones culturales ejercidas sobre él. En nombre de la tradición se han hecho muchas estupideces y se siguen haciendo. Pero también en nombre de la política y de las religiones, que son el principal refugio del patriarcado. Toda mi obra busca interrogarse sobre el estatus del cuerpo dentro de la sociedad.

Ha sometido el suyo a nueve intervenciones quirúrgicas en un intento de reformular el ideal de belleza que tanto oprime a las mujeres. ¿No cree que no conformarse con el cuerpo que la naturaleza te da y modificarlo mediante la cirugía, equivale en cierto modo a claudicar frente a los estereotipos estéticos impuestos? ¿Qué hay de reivindicativo en ello?

Claro que no. La sociedad nunca me ha dictado por ejemplo que me tuviese que poner implantes en las sienes. Yo he utilizado la cirugía para desviarla de sus costumbres. Utilizar técnicamente la cirugía para hacer una cosa totalmente distinta a lo que se espera de ella, que es la belleza. La he utilizado para afearme, para deformarme, para convertirme en monstruo. Al principio, cuando me puse estos implantes en esta parte de la cara (indica al tiempo que señala sus sienes, de las que sobresalen dos protuberancias bañadas en purpurina) que normalmente se usan para realzar los pómulos, todo el mundo decía que estaba loca, que aquello no era arte, que era ridículo, abominable. Y ahora, a menudo me dicen: ‘‘pero si estás guapísima con ellos’’. Así que estos bultos, que se pusieron ahí para hacerme monstruosa, ahora se han convertido en órganos de seducción. Son mi particular descapotable.

Tableaux vivants, ORLAN en grande Odalisque d'Ingres, 1977
Tableaux vivants, ORLAN en grande Odalisque d'Ingres, 1977 © ORLAN, GALERIE CEYSSON & BÉNÉTIÈRE, VEGAP, MADRID, 2023

¿Qué significa la belleza para alguien que, a través de su obra, huye conscientemente de ella?

La belleza es únicamente el dictado de la ideología dominante que se produce en un momento histórico y en un lugar geográfico concreto. Por ejemplo, he hecho obras que no están aquí en las que se ve en una foto etnográfica una mujer africana extremadamente segura de su poder de atracción con un accesorio enorme colocado en su boca. Y efectivamente esta mujer tiene un gran éxito dentro de su tribu. Para conseguir que los hombres se empalmasen deberíamos llevar uno de estos grandes accesorios porque la atracción sexual para ellos reside en estos objetos, así que la belleza está formada solo por nociones culturales.

¿Ha llegado a resultarle agotador crearse a sí misma todo el tiempo?

Para nada, es lo único que me interesa. Renovarme, ser distinta, para mí es un objetivo.

"Me he pasado toda mi vida derribando paredes entre las prácticas artísticas, entre las generaciones, entre los sexos"

Orlan

Hace unos años llegó a afirmar que «el arte es lo que hace que la vida sea más interesante que el propio arte». ¿Qué elementos de la realidad le interesan actualmente como fuente de creación?

Has entendido que soy una artista que no está para sujeta a una práctica artística, técnica o tecnología ya sea antigua o actual, lo que me interesa es vivir mi época de una forma sumamente intensa, sin ser tecnófoba y recientemente cuestiono sin cesar los fenómenos sociales que acaban de salir, como la robótica, la inteligencia artificial, la realidad aumentada. Todos esos procesos nuevos trato de interrogarlos, cuestionarlos, pero sobre todo pedirle a todo el mundo que lo haga también.

"Self-hybridation entre femmes" (acte 1 : ORLAN s'hybride aux portraits des femmes de Picasso
"Self-hybridation entre femmes" (acte 1 : ORLAN s'hybride aux portraits des femmes de Picasso© ORLAN, GALERIE CEYSSON & BÉNÉTIÈRE & GALERÍA ROCIO SANTA CRUZ, VEGAP, MADRID, 2023

Como artista explícitamente feminista, ¿con qué ojos mira los cambios internos continuos a los que está sometido el movimiento?

El feminismo es como el psicoanálisis, siempre ha habido muchos tipos distintos. Diferentes corrientes, diferentes escuelas. Me da igual a qué parte del movimiento pertenezcas, si eres pre-feminista, post-feminista o lo que quieras ser, el caso es que lo seas. Sin embargo es verdad que actualmente hay ciertos tipos de feminismos que no se encuentran, que confrontan. Hay quienes prohíben leer textos escritos por hombres o que los hombres se reúnan con mujeres para compartir reflexiones, cosa que me parece absurdo. Porque me he pasado toda mi vida derribando paredes entre las prácticas artísticas, entre las generaciones, entre los sexos.

Considera entonces que necesitamos a los hombres como aliados dentro del debate.

Me parece un poco ridículo esto. Entre los hombres hay actitudes muy distintas. Los hombres puedes ser aliados cuando son bellos, cuando son buenos, cuando no acosan, ni matan, ni violan, de hecho hay algunos que se declaran feministas y eso es magnífico. Así que efectivamente hay hombres que tienen una forma de conciencia bastante buena por la forma en la que han sido criados y formateados por la sociedad y sobre todo por sus madres.

¿Es frívolo considerarse hoy en día una artista completamente libre?

En cierta manera sí, porque aunque una trata de serlo, nunca lo es del todo. Durante toda mi trayectoria he hecho intentos continuamente por salirme del marco.

Abramovic y Miralles, las segundas en discordida

"Black Sheep", de la serie "Back to Simplicity", 2010
"Black Sheep", de la serie "Back to Simplicity", 2010© MARINA ABRAMOVIĆ, COURTESY OF THE MARINA ABRAMOVIĆ ARCHIVES, VEGAP, MADRID, 2023

Las creadoras completan el tridente femenino con el que el Círculo pone en valor la performance

Más mujeres, más artistas, más inspiración, más ruptura, más vida. En la Sala Picasso del Círculo de Bellas Artes respiran las obras radicales de tres mujeres pioneras en eso de la performance. Junto a la propuesta de Orlan conviven otros dos nombres: los de Marina Abramovic y Fina Miralles. Bajo un hilo conductor que bucea en la relación entre fotografía y arte y que vertebra el discurso narrativo de la vigésimo sexta edición de PhotoEspaña, estas tres mujeres con carreras muy diferentes pero representantes de una posición militante compartida sustentada en el compromiso con el arte como herramienta para cambiar la sociedad, encajan sus mensajes artísticamente emancipatorios.

En el caso de «La mujer árbol, la mujer agua», muestra dedicada a la trayectoria de Fina Miralles y comisariada por Teresa Grandas, se recorren algunas de las principales creaciones de la catalana, quien, desde el comienzo de su carrera en los años 70, Miralles desafía las prácticas más academicistas y reconfigura el concepto de lo artístico, en un reto no solo a su práctica y posición como creadora, sino también a la del espectador. Miralles se define a sí misma como una «mujer de la tierra» y es por eso que en sus obras hay hierba, hay barro, hay agua, pero también relaciones aparentemente ilógicas con elementos que habitan en esa naturaleza obligando al espectador a deshacerse de los modos más convencionales de mirar la obra de arte.

Por otra parte, el espacio restante de la sala reservado para Abramovic, alberga como pieza central de la muestra «Vanitas», la video instalación «Seven deaths» un homenaje a María Callas, en el centenario de su nacimiento. Tomando como punto de partida siete de las más importantes arias de la soprano, la artista serbia ofrece una deliciosa e impactante reflexión sobre la poesía, la belleza y el dolor inherentes al amor, y la muerte. Además, junto con esta video instalación, la exposición cuenta con imágenes de otros trabajos, como la serie fotográfica «Holding emptiness», en donde intenta capturar el espacio. Y nosotros con ella.