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"Puan", la película que retrata la decadencia académica de Argentina: "Hay una crisis de la democracia"

Marcelo Subiotto protagoniza "Puan", sobre la amenaza de cierre de una célebre facultad de filosofía en Buenos Aires
Marcelo Subiotto y Leonardo Sbaraglia en "Puan"
Marcelo Subiotto y Leonardo Sbaraglia en "Puan"LA AVENTURA
La Razón
  • Matías G. Rebolledo

    Matías G. Rebolledo

Madrid / San Sebastián Creada:

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De entre todas las figuras que el cine ha idealizado hasta saciarse, además de la del periodista y el actor, destaca la del profesor. Por alguna razón, quizá elocuente, quizá ingenua, el clímax de las Humanidades se traduce en el séptimo arte al estilo grecorromano, como figura reflexiva y un tanto rota por los giros del mundo. Por eso, cuando nos encontramos con un profesor como el que interpreta a las mil maravillas Marcelo Subiotto en "Puan", uno también quiere creer un poco en la bonhonmía. Versado en filosofía, la doctrina del pensamiento que defiende como popular, su profesor Pena (ya es casualidad), tiene que afrontar, a la vez, la muerte de uno de sus mejores amigos y el posible cierre de su facultad en una Argentina decadente que ya se prepara para el auge de los populismos como el de Javier Milei.
Subiotto, que ganó el premio a la Mejor Interpretación en el último Festival de San Sebastián, se pone aquí a las órdenes de dos genios contemporáneos de la melancolía como María Alché y Benjamín Naishtat, directores, guionistas y una pareja bien avenida que también rascó galardón al Mejor Guion en Donosti. "Llegué al proyecto hace cuatro años, cuando los directores se reunieron conmigo justo después de la pandemia. Lo habían escrito para mí, y yo les admiro muchísimo, así que ni me lo pensé", explica Subiotto. Y sigue: "El personaje padece, como en un camino de Pasión. El entorno le supera todo el tiempo, así que lo que vemos en la película es más un cuerpo que una persona. Si quisiéramos hacer una referencia al cine mudo, a Keaton y a Chaplin, es como uno de sus personajes a los que el mundo les pasa por encima. Pero ellos no frenan, siguen avanzando hacia los desastres", reflexiona el actor, que encuentra la comedia en los enredos de su Marcelo y en la escapada de lo melancólico, en una revisión de tono más propia del cine neoyorquino de los setenta que de ese "situacionismo" latino contemporáneo que impregna el cine sudamericano moderno.
Subiotto ganó el premio a Mejor Actor en el Festival de San Sebastián
Subiotto ganó el premio a Mejor Actor en el Festival de San SebastiánLA AVENTURA
"Tuve la suerte de sentir, desde joven, un llamado vocacional hacia la actuación. Cuando uno encuentra eso, entra en el territorio de la felicidad y el deseo. Por supuesto, no todo sale bien, pero uno no se queda con la duda del qué hubiera pasado si", explica Subiotto sobre esa crisis de la mediana edad que no comparte con su personaje, pero que sí se vuelve método de exploración actoral cuando bajamos la pelota al suelo y hablamos de filosofía, una de sus grandes pasiones personales: "Me gusta la filosofía y he hecho varios cursos, pero siempre como un guitarrero que toca de oído. Para la película, trabajamos muchísimo lo didáctico, asesorados con profesores de filosofía. Me preocupaba no dormirme en la convención, en lo que el espectador pueda esperar o no de un profesor de filosofía. Había que empatizar, no aburrir, hacer entender que él solo se siente alguien en la vida cuando está dando clase", apunta.
"Puan", en la que Subiotto comparte protagonismo junto a un Leonardo Sbaraglia que hace de "chanta", esa figura que se entiende a ambos lados de Los Andes como vendehúmos, es también denuncia. Sobre la precariedad a la que tienen que enfrentarse los educadores, pero sobre todo a la inseguridad laboral con la que lidian los formadores de los líderes del futuro. "La educación pública en Argentina lleva décadas de problemática. A veces más, a veces menos, pero siempre está peleando por resurgir. Ahora mismo, tenemos el país dividido, y es una cuestión casi fortuita. La actualidad se ha metido en la película, más que al revés. Pero no se puede huir de ello, porque es a lo que se enfrentan los profesores día a día", añade Subiotto comedido.
Y escribimos comedido porque Sbaraglia, su compañero de reparto, casi replicó una de las escenas de "Puan" esta misma semana, defendiendo en las calles las ayudas públicas al cine argentino. En mitad de la manifestación, que tuvo lugar en la sede del cine Gaumont de Buenos Aires, Sbaraglia defendió al INCAA, el organismo que apoya con subvenciones la creación cinematográfica en su país y que ha sido secado, de facto, por el gobierno de Javier Milei. ¿Qué demonios está pasando en Argentina? "No sé si es una cuestión argentina o mundial, pero existe un resurgimiento de la extrema derecha que ha encontrado una nueva legitimidad en sus discursos. Y esto lo opino ya como ciudadano, porque no tengo respuestas, pero me parece que la problemática es transversal a Latinoamérica. Hay una crisis de la democracia, en la que damos respuestas viejas a problemas nuevos. Es un error infantil que da pie a los populismos que promete arreglar la realidad de un cachetazo. Pero en Latinoamérica sabemos que eso no es así, o al menos deberíamos haber aprendido que eso no es así", completa certero el intérprete.