Inflación

El hito económico que ha logrado Javier Milei en su primer mes de Gobierno

El logro del nuevo presidente es fundamental para que Argentina pueda superar el círculo vicioso inflacionista en el que se halla inmersa desde hace décadas

Presidential candidate of the Liberty Advances coalition Javier Milei greets supporters during a campaign rally in Buenos Aires, Argentina, Wednesday, Oct. 18, 2023. General elections are set for Oct. 22. (AP Photo/Natacha Pisarenko)
El presidente argentino Javier MileiNatacha PisarenkoAP Photo

Javier Milei tomó posesión como presidente de Argentina el pasado 10 de diciembre. Pues bien, en su primer mes completo de gobierno (enero de 2024), Milei ha logrado un hito que no sucedía en el país desde agosto de 2012: un superávit presupuestario en las cuentas públicas. No ya un superávit primario (antes del pago de intereses) sino un superávit financiero (incluso teniendo en cuenta el pago de intereses).

La gestación de un superávit es fundamental para que Argentina pueda superar el círculo vicioso inflacionista en el que se halla inmersa desde hace décadas: el gobierno gasta más de lo que ingresa creando nueva moneda y esa nueva moneda se deprecia, arrastrando al gobierno a tener que crear aún más moneda para financiar su déficit. En cambio, con un superávit ocurren dos fenómenos que ayudan a debilitar esa inflación: por un lado, no sólo no necesita crear nueva moneda para financiar un déficit ya inexistente sino que el superávit (ingresar más de lo que se gasta) va drenando el exceso de moneda dentro de la economía; por otro, y de cara al futuro, la acumulación de superávits contribuye a mejorar la solvencia del Estado y, por tanto, facilita que pueda financiar algunos déficits ocasionales a través de la emisión de deuda y sin necesidad de crear nueva moneda (puesto que si el Estado argentino se vuelve solvente, habrá prestamistas que querrán comprarle la deuda). Es más, y vinculado con lo anterior, una mayor solvencia y unas menores expectativas de inflación también supone que la refinanciación de los vencimientos de deuda podrá hacerse a tipos de interés más bajos, lo que reducirá la factura de los gastos financieros y aumentará el superávit en mayor medida.

Es decir, Argentina saldría del círculo vicioso inflacionista y entraría en el círculo virtuoso de la estabilidad monetaria. Pero tampoco echemos las campanas al vuelo de manera precipitada: de momento sólo se ha logrado superávit durante un mes (enero) y la mayor parte del mismo ha sido gracias a que la inflación ha “licuado” los gastos (pensiones y sueldos públicos no se han revalorizado al mismo ritmo que la inflación). Si en el futuro el ajuste fiscal daña la actividad económica y ralentiza los ingresos al tiempo que el gobierno se ve forzado a incrementar nominalmente los gastos, el déficit podría regresar y todos los esfuerzos habrían sido inútiles. Ahora toca cuidar en los próximos meses, y años, el logro alcanzado en enero.