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Rosario Villajos: «En los 90 se aspiraba al cuerpo de Kate Moss, que era de niña»

La escritora publica «La educación física», Premio Biblioteca Breve, una obra sobre la identidad y el cuerpo femenino

La escritora Rosario Villajos
La escritora Rosario Villajos Alberto R. RoldánLa Razón

Rosario Villajos reconoce que su literatura nace de la experiencia. «No soy de ese tipo de autora que le gusta meterse en la guerra de Vietnam, sino que prefiere escribir de lo que conoce, que es donde me encuentro más a gusto», declara. La novelista venía de una trayectoria discreta, pero exitosa, marcada por la publicación de dos narraciones anteriores, «Ramona» (2019) y «La muela», (2021), que habían sido aplaudidas por la crítica. Ahora su nombre ha saltado al gran público con «La educación física», que ha ganado el Premio Biblioteca Breve que concede la editorial Seix Barral. Un título ambientado en la convulsa década de los noventa que cuenta como protagonista a Catalina, una joven de dieciséis años que, como es lógico a esa edad, se rebelará contra los valores impuestos y tratará de encontrar su propia voz desafiando convenciones, tópicos y, también, los consejos que ha recibido en casa. Ella, Catalina, que sostiene una relación compleja con su físico, y cierta animadversión hacia una sociedad que la penaliza por ser una mujer, reflejará todas las coyunturas de ese momento esencial de nuestro reciente desarrollo y que estuvo marcado por el auge económico, las periferias urbanísticas, el pelotazo inmobiliario, el auge de la publicidad y la llegada de la televisión con éxitos indudables como «Twin Peaks».

«Cambiar el cuerpo, ponerte pecho, querer tener la figura perfecta, eso da bastante dinero»

Rosario Villajos

Esas confluencias se mezclarán con los temores y las pequeñas idealizaciones de ella y el descubrimiento de su propio cuerpo en una época que estuvo marcada por la llegada de las supermodelos a las portadas de las revistas y el impacto de la publicidad entre los jóvenes. «Los cuerpos de estas mujeres, las modelos, no existían, eran irreales, pero era la belleza aspiracional para la mayoría de las muchachas de ese tiempo. Luego te mirabas en el espejo y te dabas cuenta de que no te parecías en nada a lo que eran ellas. Muchas madres no estaban preparadas para impartir una educación sobre el cuerpo a sus propias hijas; el feminismo, en el sentido en que lo que entendemos hoy en día, no existía apenas, y muchas mujeres estaban perpetuamente a dieta, como la madre que describo. Existían chicas que padecían anorexia, pero estaba todavía sin diagnosticar. Sin embargo, en ese contexto el cuerpo aspiracional era el de Kate Moss, que parecía una niña. Por eso, para docenas muchachas, el hecho de crecer les parecía un asunto aberrante».

«Hay chicas que hoy ven películas porno para ver qué le puede gustar a su novio»

Rosario Villajos

Rosario Villanos, que ha escrito este libro en tercera persona, porque le gusta más entrar en una historia desde la fórmula del «érase una vez» que desde el término «yo», asegura que «se ha encumbrado lo intelectual y, en cambio, hemos descuidado el cuerpo. Creo que las personas somos tanto cuerpo como alma, pero considero que, si respetásemos más nuestros cuerpos, trataríamos bastante mejor a las demás personas que existen alrededor y no veríamos al resto de una manera distinta. No habría desigualdad, ni tampoco racismo y a lo mejor ni siquiera necesitaríamos el feminismo». Después comenta el impacto que tuvieron los anuncios en el desarrollo de las jóvenes en los años 90: «Yo me he librado de la tele y la publicidad. Solo veo televisión a la carta. Pero, aunque hace tiempo que no la veo, cuando reparo en ella, en un bar o en casa de un amigo, me quedo embobada, porque te atrapa. Está diseñada para eso. Es increíble cómo te puedes quedar lela, absorbiendo eso». Y apunta un detalle para ella esclarecedor: «Las mujeres de mi generación no han recibido ninguna educación sobre este asunto y es una lástima. Estábamos cosificadas y veías anuncios de niñas sexualizadas y que se mostraban triunfantes. Todavía continúo viendo en la calle adolescentes preocupadas por gustar a los muchachos. O que ven películas porno para saber qué le puede a gustar a un chico o a un novio. No es lógico y no sé cómo ellas lo permiten. Igual que el zapato de tacón o la ropa incómoda que se ha dado por hecho que llevemos».

«Hoy la mayoría de los hombres ya han cambiado su actitud hacia las mujeres»

Rosario Villajos

Rosario Villajos añade un dato más: «El cuerpo da mucho dinero. Cambiar el cuerpo, ponerte pecho, querer tener la figura perfecta, eso da bastante dinero. Y esto tiene que ver con el capitalismo y el neoliberalismo en el que nos estamos desenvolviendo en este momento». Pero la escritora admite que las cosas están cambiando y se muestra muy optimista con la actitud que mantienen los hombres hoy en día. «Fui a la manifestación del pasado 8-M y pude ver allí a muchos chicos jóvenes y hombres. Esto me hizo sentir muy feliz. Tengo la curiosidad de cómo van a recibir los hombres este libro, pero estoy confiada a este respecto. Creo que van a recapacitar, que se van a parar a pensar en su madre, en su hermana, en su novia, su madre. La mayoría de los hombres van por un buen camino, aunque todavía queda una minoría que se niega evolucionar, y existen mujeres que se niegan a reconocer lo evidente, que muchos hombres han cambiado».