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Salen a la luz los exclusivos diarios de Unity Mitford, la joven aristócrata amante de Hitler
Publicados ahora por "Daily Mail", en ellos deja constancia de la obsesión que sentía hacia el dictador y de su progresiva introducción en el círculo de intimidad tanto suyo como del partido nazi

El 9 de febrero de 1935, fue «el día más maravilloso» de su vida para Unity Mitford cuando Adolf Hitler la invitó a sumarse a su mesa. La joven cuenta todos los detalles en su diario. «Almuerzo en Osteria a las 2.30. El Führer llega a las 3.15 después de que terminara de almorzar. A los 10 minutos, envía al Wirt [propietario del restaurante] para pedirme que vaya a su mesa. Voy y me siento a su lado mientras come su almuerzo y hablamos. Me escribió una postal. Y cuando se fue, Rosa [la camarera] me dice que nunca había invitado a nadie así antes», escribe marcando incluso algunas frases en mayúsculas para mostrar su entusiasmo.
El dictador, ampliamente vilipendiado como uno de los monstruos más malvados de la historia, planeaba ya un capítulo siniestro para la humanidad. Sin embargo, la hija del noble Lord Redesdale, primo hermano de Clementine, la esposa de Winston Churchill, el primer ministro que acabaría luego con los nazis, sentía auténtica devoción por el Führer.
Era su héroe, su dios. Los diarios de la socialité británica antisemita han sido publicados ahora por «Daily Mail» en una exclusiva mundial que revela como logró integrarse en el círculo íntimo de Hitler hasta tal punto que su presencia, según se dice, provocó que la amante del dictador, Eva Braun, sintiera grandes celos. El cuaderno en cuero, que se habían perdido para los historiadores y no se habían visto durante más de ocho décadas, abarcan los años entre 1935 y 1939, y narra 139 encuentros extraordinarios con el líder nazi, cuyo régimen asesinó a seis millones de judíos en el Holocausto.
Era tal la fascinación de la joven por el dictador que se mudó a Múnich a los 20 años para acechar obsesivamente al líder nazi, consiguiendo abrirse camino hasta ganarse su retorcido afecto, escandalizando así a la sociedad británica. Los textos exponen, por primera vez, que Unity era casi con certeza sexualmente activa mientras se relacionaba con los principales nazis en Alemania, por lo que plantea la posibilidad de si tuvo una relación sexual con el propio Führer, 25 años mayor que ella.
Sus diarios revelan la creciente pasión que sentían el uno por el otro, a medida que Unity se integraba en el círculo íntimo de los nazis en los cruciales meses previos a la guerra. Mientras sus compatriotas británicos se preparaban para el combate, la joven aristócrata –que había nacido en Londres, pero fue concebida en la ciudad canadiense de Swastika– ocupaba un asiento de primera fila en Alemania. La última entrada de su diario está fechada el 1 de septiembre de 1939, el día en que Alemania invadió Polonia.
Dos días después, cuando se declaró la guerra, Unity estaba tan angustiada ante la perspectiva de que su patria y su amada Alemania nazi entraran en guerra entre sí que se pegó un tiro en la cabeza en el parque del Jardín Inglés de Múnich. No logró suicidarse, aunque sufrió daño cerebral y la bala quedó alojada en su cráneo. Regresó al Reino Unido, donde murió en 1948, a los 33 años. El célebre historiador Lord Andrew Roberts recalca que es «extremadamente raro en los tiempos modernos que se descubran y publiquen los diarios de una figura conocida del movimiento nazi, y el «Daily Mail» merece ser felicitado por esta notable primicia».
Han pasado 42 años desde la infame debacle de los «diarios de Hitler», cuando la editorial alemana Stern y su socio británico «The Sunday Times» fueron engañados para publicar diarios supuestamente escritos por el líder nazi que inmediatamente se reveló que eran falsificaciones audaces. Ahora se han tomado todas las precauciones para establecer que el volumen de Unity recién descubierto no es un engaño, encargando pruebas meticulosas a reconocidos expertos en escritura a mano, tinta y papel para demostrar su autenticidad. Uno de los principales estudiosos del mundo de la joven aristócrata, el historiador y su biógrafo David Pryce-Jones, se muestra «seguro de que son genuinos».
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