Seigner se venga de Hollywood
Hollywood ha invitado a Emmanuelle Seigner a formar parte de la Academia de Cine y ella ha respondido al ofrecimiento de sus miembros tildándoles de «hipócritas». El escándalo que ha desencadenado el caso de Harvey Weinstein, y su consecuencia inmediata, la revolución #MeToo, ha abierto una operación de maquillaje en el seno de la institución para lavar su imagen, que por algo todos esos chicos viven de la gran pantalla y de la intachable y buena reputación que son capaces de irradiar a su alrededor (o eso creen). Una iniciativa que ha comenzado por ampliar la nómina de sus integrantes en cerca de un millar de personas, como si solo el número, la cantidad, o sea, el bulto, y no una correcta y adecuada selección de nombres fuera una garantía automática de una mayor tolerancia, libertad y respeto. La actriz, que ha visto a la legua el oscuro trabajo que se opera entre las bambalinas de los estudio, les ha contestado con contundencia y claridad, que por algo es francesa y no tiene que andarse con demasiados disimulos. La Academia de Cine, que son esos mismos señores que han dejado de lado para los Oscar a dos peliculones del tamaño de «Detroit», que denunciaba de manera abierta el racismo en Estados Unidos, y, en unas ediciones anteriores, «La noche más oscura», que mostraba las torturas que llevó a cabo el Ejército norteamericano para encontrar a Ben Laden (curiosamente, ambas dirigidas por una mujer), expulsó a Roman Polanski hace unos meses, por mayo o por ahí, acogiéndose a un cambio en el reglamento o en algún código de conducta (impulsado, en realidad, por la ola de protestas de las actrices, hastiadas de abusos consentidos y de determinadas injusticias laborales que se habían perpetuado: algo que muchos sabían y que callaban). El director de «La semilla del diablo» y «Chinatown» fue condenado por mantener relaciones sexuales con una niña de 13 años en la década de los setenta. Incidente, sin embargo, que no impidió que la Academia de Cine premiarle con el Oscar a Mejor Director por «El pianista». Ahora, la mujer del realizador, Emmanuelle Seigner, ha contestado a Hollywood, como diría Frank Sinatra, a su manera.