Mini Shakespeare vs. la locura del Quijote
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No se le ocurrieron a David Espinosa dos nombres más grandes que Shakespeare y Cervantes para homenajear en el todavía año del cuarto centenario de la muerte de ambos
No se le ocurrieron a David Espinosa dos nombres más grandes que Shakespeare y Cervantes para homenajear en el todavía año del cuarto centenario de la muerte de ambos. Del primero decidió que pudiendo escoger la gran inmensidad de sus obras para qué quedarse sólo con una, así que «Hamlet», «Romeo y Julieta», «Otelo», «Macbeth», «El rey Lear», «Ricardo III», «El sueño de una noche de verano», «Antonio y Cleopatra» y más son la «insensata» –dicho por él– idea de montarlas todas al mismo tiempo. Eso sí, en miniatura. A pequeña escala el creador, director e intérprete cuestiona en «Much Ado About Nothing» –«Mucho ruido y pocas nueces»– «el modelo de creación megalómana que maneja elevados presupuestos y cuyo verdadero valor cultural y aportación a la escena es rara veces demostrable», presenta unas piezas que pondrá en la escena de los Teatros del Canal este fin de semana.
Un punto que para un artista humilde puede resultar un derroche y que ahora toma Espinosa para recurrir al «efectismo barato en todos los sentidos», continúa, tanto a nivel dramatúrgico y creativo, como a medios económicos y métodos precarios. «Hemos intentado desarrollar una obra completamente vacía de contenido, que fuera pura forma, sólo envoltorio, porque intuíamos además que esa ausencia acabaría generando un contenido, un discurso o una reflexión más interesante y profunda que si tratáramos de escenificar todo ese discurso», completa el protagonista.
Son los textos isabelinos del Bardo los que le sirven de base para desarrollar una lectura muy particular en el que el actor real y los intérpretes en miniatura –figuras– se reparten un protagonismo que termina centrado en el manipulador de los objetos y ejecutor de la representación. 50 espectadores –máximo– se pondrán frente a un mueble antiguo con cientos de figuritas –juguetes, adornos, maquetas...– que se moverán mediante un juego de sombras que les dotará de vida artística.
Por otro lado, Espinosa presenta «La triste figura», una pieza inspirada en «El Quijote» que servirá de experimento sobre el uso de la imaginación y la relación que ésta tiene con la percepción y el significado. Realidad y ficción enfrentadas a través de la imagen y el sonido para llegar a las disfunciones en las sensaciones que terminan conduciendo a la locura que ya sufrió Alonso Quijano en la obra de Cervantes.