Crítica antirracista

Moha Gerehou: un caballo de Troya entra en Vox para acabar con el partido

El activista denuncia que con la llegada de la formación de Abascal se ha simplificado el debate y que con ello las fuerzas progresistas se han olvidado de la acción

Moha Gerehou presenta una "autoficción antirracista", dice
Moha Gerehou presenta una "autoficción antirracista", diceTeatro del Barrio

La pregunta más repetida en la vida de Moha Gerehou es si es español. “La he oído, la oigo y la oiré”, dice resignado, aunque sin acritud. El de Huesca (1992) sabe bien de los estereotipos que van con las personas negras allá donde pisan, en la vida, también en un país como el nuestro y, por supuesto, en el cine. “Las películas nos han enseñado que el negro muere el primero”. Está condenado en la trama de Hollywood, pero también en la historia de la sociedad de hoy.

Ni siquiera Gerehou, activista antirracista con orígenes en Gambia, se libra de esos mismos tics que denuncia: “Soy el primero que los tiene. A pesar de sufrirlo, puedo ser un vector de racismo. Por eso es importante reconocerlo y trabajar desde ahí. Vivimos en un mundo racista desde que crecemos, en los medios, las redes, el lenguaje, la forma en la que se tratan a las personas migrantes, los empleos... Es el día a día”.

"Conseguir que la Sirenita sea negra es más fácil que meter a negros en listas electorales de izquierdas", dice el texto

El también periodista ha combatido la discriminación por los senderos de la conferencia, el libro (Qué hace un negro como tú en un sitio como este, Península), el monólogo (Cómo sería mi vida si fuera un negro de película), YouTube o la presidencia de SOS Racismo, pero ha decidido darle una vuelta a su mensaje con la acción final: infiltrarse en Vox. Utilizar las siglas y las plataformas del partido de Santiago Abascal como altavoz para desarticular el mensaje “discriminatorio”, señala, “que transmite esta organización”. Un caballo de Troya que ayude a sacar a la luz una “gran información secreta capaz de acabar” con la fuerza política; “una información que sus votantes no podrían soportar”. Casi como Sayde Chaling-Chong García: “¿Os suena? Fue el primer negro infiltrado en Vox. Estuvo militando varios años en el partido hasta que descubrió que Vox... era un partido racista. Todo un referente. Si Sayde pudo, yo también”. Es la trama original que el activista presenta sobre el escenario en Infiltrado en Vox, la fantasía que Gerehou ha imaginado para transmitir la “importancia de una educación antirracista”, defiende.

El autor sueña con introducirse en el partido con las mismas maneras que Spike Lee mostró en aquel KKKlan, y para ello firma y protagoniza una autoficción en el Teatro del Barrio a partir de una ilusión: “Viajé en metro con Rocío Monasterio, hablé de verduras con Santiago Abascal, tuve un encuentro inesperado con Macarena Olona... ¡y hasta me probé chaquetas con Toni Cantó! [personajes que también cuentan con su aparición hiperrealista en el espectáculo]”.

Suena a secta eso de “infiltrarse”.

En cierto modo es así...

Moha Gerehou debuta en el teatro con esta pieza
Moha Gerehou debuta en el teatro con esta piezaTeatro del Barrio

Gerehou hizo un primer pase en Valencia (muy preliminar), solo para comprobar si aquello que había escrito en enero del 22 con toda la ironía del mundo funcionaba, y la cosa gustó. Pensó que la gente “desde el minuto 0 vería que era coña, pero no”, recuerda. Le preguntaban por la experiencia real y eso le pareció lo suficientemente “interesante”, asegura, como para tomárselo en serio. “De haberme infiltrado, me hubieran pillado a la primera, pero en el proceso creativo estuvo muy presente el cómo lo tendría que hacer para que me aceptasen”.

El primer paso en su camino seria, cuenta, “renegar de la izquierda” y señalar todos sus chiringuitos: “El método Gallardo”, expone la pieza en referencia al vicepresidente de Castilla y León, a quien Vox fichó “tras tuitear mensajes homófobos y machistas. Elegí seguir su método: poner unos tuits que llamen la atención del partido y esperar a que me tiren la caña. Fueron cuatro los mensajes que publiqué”, afirma el personaje de Gerehou.

"Vox solo ha hecho posibles discursos que hace diez años ya parecían superados"

Moha Gerehou

Aun así, Infiltrado en Vox (dirigido por Claudia Coelho y Anahí Beholi) no es una pieza que señale en exclusiva a Abascal y compañía, “la obra también critica las políticas migratorias del gobierno progresista de PSOE-UP; todo lo ocurrido en Melilla y su posterior gestión nauseabunda. Todo está dentro de la gran reflexión”, apunta el ahora actor. “¡Inmigración! Nada mejor que una crítica contundente a la política migratoria del Gobierno. Ah no, que a Vox le parece bien. Cambio de planes: pediré que sigan haciendo oídos sordos a la regularización de migrantes”, reza el texto en el que también se vislumbra el final ante un posible fracaso: “Activista progre negro podemita y que no se ducha hace el ridículo tratando de infiltrarse a Vox”.

No escatima Gerehou en pullas a diestro y siniestro: “La representación tiene un camino más corto si es para reforzar el racismo. ¿Dónde están los de la inclusión forzada cuando se les necesita? Conseguir que la Sirenita sea negra es más fácil que meter a negros en listas electorales de izquierdas”; u otras referencias al ministro Marlaska y a la coalición. “Mientras el racismo sigue aquí y solo vemos claro el racismo cuando viene de Vox y solo queremos hablar de antirracismo si es como respuesta a Vox. Pero resulta que existe el racismo más allá de Vox y existe el antirracismo mucho más allá de ser una respuesta a Vox. Sin ser matemático, cogí estos factores e hice la ecuación: si Vox desaparece, ¿hablaremos más de antirracismo?”, se pregunta.

"En temas de vivienda, los negros no llegamos ni a que nos timen con los precios"

Moha Gerehou

Pero no hay dudas de que el foco se pone en la agrupación verde y, principalmente, en el racismo, “en cómo con la llegada de Vox se ha simplificado el debate y se ha olvidado la acción. Ha sido un partido útil para los progresistas porque les ha permitido situar su antirracismo como campaña contra Vox, aunque luego no salga el tema de la migración en los debates. Porque los progresistas no tienen en su agenda propuestas reales”, sentencia. “Vox es la versión más radicalizada del racismo, pero por supuesto que no lo han inventado ellos. Ya nos discriminaban antes para acceder a una vivienda o cuando muere la gente en el Mediterráneo, en la frontera sur. Vox solo ha hecho posibles discursos que hace diez años ya parecían superados”.

El activista se ríe al contar una de sus fantasías, que le estafen: “Ahora que se ha sacado la Ley de Vivienda, mucha gente negra, cuando ven que nos llamamos Mohammed, estamos fuera en la lista de posibles inquilinos. No llegamos ni a que nos timen con los precios. Yo solo aspiro a eso”.

  • Dónde: Teatro del Barrio, Madrid. Cuándo: del 11 al 16 de mayo. Cuánto: 15 (anticipada) y 17 (en taquilla) euros.