¿Qué pasa si te ponen el corazón de una prostituta?
Inmaculada Alvear juega sobre el escenario con la idea de que a Juan, su protagonista, le posea el órgano que le acaban de trasplantar
Madrid Creada:
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Juan es un alto directivo de una empresa hotelera muy importante a nivel mundial, es competitivo, trabajador, marrullero, tacaño con los demás y duro. El texto comienza cuando a este protagonista están trasplantando el corazón, siempre recibimos algo del donante. Y así comienza a sentir Juan, siente que hay cosas que se empiezan a mover en su vida sin razón aparente. Comienza a ser sensible a actitudes y situaciones en las que antes no se le hubiera movido ni una pestaña. Ahora sus ojos se empañan, y no entiende por qué. Y su corazón, con su latido vibrante, le recuerda que está vivo, le recuerda que no es suyo, le recuerda que hay algo dentro de sí que no le pertenece.
Es la sinopsis del Paraíso que se estrena en el Teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa, un montaje de Teatro del Astillero dirigido por Luis Miguel González Cruz y con autoría de Inmaculada Alvear, además de la interpretación de Chema Ruiz. Una pieza que se podrá ver en los bajos de Colón del 21 de marzo al 7 de abril en la Sala Jardiel Poncela.
"Hace algunos años estudié una parte de la medicina china y me sorprendió cómo relaciona cada uno de los órganos del cuerpo humano con el mundo emocional, cada órgano se conecta con emociones como la ira, el miedo o el valor −presenta su autora−. El hígado, por ejemplo, cuando está en desequilibrio se asocia al enfado y a la ira. Esto es conocido por una amplia mayoría de personas que hace taichi, alimentación macrobiótica o ha acudido a algún medico integrativo". ¿Y qué tiene que ver esto con Paraíso?, se pregunta: "Mucho. El corazón, ese órgano que bombea sangre, está asociado principalmente con el amor y, cuando no lo hay, con la amargura. Representamos el amor mediante corazones hechos con las manos, iconografía, emoticonos... Nos tocamos el corazón cuando queremos a alguien o una persona nos llega muy profundo. Y cuando nos abandonan decimos que nos lo parten".
Alvear asegura que con esta obra busca indagar en "que sucedería si a un hombre poderoso le ponen el corazón de una persona que está en las antípodas de gustos, educación, manera de pensar, situación social, género, etc..." ¿Le cambiaría la vida? ¿Qué pasará? Son algunas de las preguntas que saltan a la platea mientras se representa la transformación de un hombre en el que su corazón (y la persona a la que habitó anteriormente) comienza a cobrar vida: deseos de probarse ropa interior muy sexi, deseos de relacionarse con hombres, deseos de platos y comida que no tienen que ver con sus costumbres. Incluso, se vuelve más sensible a su mundo de empresa en el que antes era rígido y exigente. Y esa sensibilidad se expande a mirar a su mujer (por la que había perdido todo deseo) con una ternura impropia de él.
No tardará, mediante extorsiones, en dar con el informe de quién es el donante. Pero ahí la sorpresa es mayúscula para el protagonista: una mujer dominicana que ha venido a España para poder mandar dinero a su hijo, que necesita una medicación muy cara por una enfermedad contraída por unas aguas contaminadas que vierte una empresa del sector turístico en Paraíso de Dios, un pueblo de República Dominicana. El shock en Juan es casi inmediato, que poco a poco se va sintiendo más atraído por el tipo de vida que llevaba su donante...
CASI 30 AÑOS DEL ASTILLERO
Teatro del Astillero es un colectivo de dramaturgos que cumplirá 30 años en 2025, atendiendo a la necesidad en aquel momento de potenciar la figura del dramaturgo en un contexto europeo donde la escritura dramática había cobrado mucha fuerza, riqueza y potencialidad. Por este colectivo han pasado las escrituras del académico Juan Mayorga y figuras reconocidas del panorama teatral español como José Ramón Fernández, Guillermo Heras, Raúl Hernández Garrido o Ángel Solo. Actualmente, lo conforman Luis Miguel González Cruz, Daniel Martos e Inmaculada Alvear.