Federer salva siete bolas de partido ante Sandgren para meterse en semifinales del Abierto de Australia

Roger Federer se está dedicando a sobrevivir en este Abierto de Australia. El tenista suizo es como El Cid, pues va ganando sus partidos por el respeto y el miedo que le tienen los rivales. El estadounidense Sandgren desperdició la oportunidad de su vida de meterse en las semifinales de un Grand Slam dejando escapar a un rival que era sólo la mitad de sí mismo (6-3, 2-6, 2-6, 7-6 [10-8] y 6-3). Tuvo que pedir un tiempo médico Federer en el tercer set porque evidentemente no era él, falto de movilidad, con el servicio lento y sin expresividad ganara o perdiera. En el cuarto iba rápido, como queriendo que todo acabara, cuando las oportunidades empezaron a llegarle a Sandgren. Primero tres al resto con 5-4 en esa cuarta manga. Federer fue conservador, puntos largos, a meterla y que falle el rival. Escapó de ahí. Y después en el tie break, el no va más: 6-3 para el estadounidense, dos opciones al resto y una con saque. La misma táctica del suizo primero y después, cuando sirvió Sandgren, pasó la pelota como pudo al otro lado y resistió. Todavía tendría otra opción más el rival del helvético, pero nada.

Federer abandonó el estadio unos minutos. Después, al final del encuentro, dijo que tenía la pierna como bloqueada por una molestia en la ingle. Fue el único momento en el que sonrió en todo el partido. Pero el peso de ser quien es, cierta mejoría en su juego y el bajón anímico de Sandgren por la oportunidad perdida le dieron el triunfo. Ya en tercera ronda ante Millman venció después de ir 8-4 abajo en el supertiebreak del quinto set. Y en octavos empezó perdiendo ante Fucsovic el primer set. Casi no sabe ni como, pero Federer está en semifinales.