Xabi Alonso

La Fiscalía vuelve a la carga contra Xabi Alonso y le denuncia por tercera vez por delito fiscal

Aunque fue absuelto el pasado año, insiste en que defraudó 840.017 euros en 2014 al no tributar sus derechos de imagen en el IRPF

La Fiscalía de Madrid se ha querellado de nuevo contra el ex jugador del Real Madrid Xabi Alonso, y van tres, por delito fiscal, y le imputa -al igual que a su asesor fiscal Iván Zaldúa y a Ignacio Maestre, administrador de la sociedad que gestionó sus derechos de imagen, Kardzali- un delito contra la Hacienda Pública por el que habría eludido el pago de 840.017 euros a Hacienda correspondiente al ejercicio fiscal de 2014.

La denuncia, interpuesta ante el Juzgado de Instrucción número 52 de la capital, se sustenta en un informe de la Delegación en Madrid de la Agencia Tributaria de 13 de diciembre del pasado año que señala que el 1 de agosto del 2009 Alonso suscribió un contrato por el que “aparentemente” cedía la explotación de sus derechos de imagen a la sociedad Kardzali, con domicilio en Madeira, entidad que gozaba de exención fiscal en la isla hasta el año 2012 por cuanto se había constituido en fecha anterior al año 2001.

Maestre figuró como administrador de la sociedad Kardzali hasta 2014, lo mismo que en otras 23 sociedades en Madeira, mientras que Zaldúa, siempre según la Fiscalía, fue quien planificó la operación denunciada “a sabiendas de que el obligado tributario iba a eludir el pago de los impuestos que debieran repercutirse a los rendimientos derivados de la explotación de la imagen de Xabier Alonso”. Así, el 5 de agosto de 2009 el ex jugador de la Real Sociedad firmó un contrato de trabajo con el Real Madrid, momento en que trasladó su residencia a la capital de España y por lo que en el ejercicio 2014 tenía la condición de residente fiscal en España y su domicilio fiscal en Madrid, “con las obligaciones tributarias correspondientes”, subraya el Ministerio Público en su denuncia.

La Audiencia de Madrid absolvió a Alonso en noviembre del pasado año de la comisión de tres delitos fiscales que le imputaba la Fiscalía, que pedía para él dos años y medio de prisión y cuatro millones de euros de multa. El tribunal rechazó entonces que el ahora entrenador de la Real Sociedad B -quien siempre defendió su inocencia y se negó a cerrar un pacto con la Fiscalía a cambio de declararse culpable- cediera en 2009 de manera ficticia la explotación de sus derechos de imagen a la sociedad Kardzali con el único propósito de eludir la tributación en España y avaló que esa operación fue real, y que la contraprestación que percibió a cambio, cinco millones de euros, estaba de acorde con el precio de mercado, por lo que no cometió delito fiscal al no tributar en el IRPF esos ingresos.

La Fiscalía subraya que el 1 de agosto del 2014, “con el procedimiento de inspección incoado”, Xabi Alonso renovó el contrato de cesión con Kardzali, si bien a instancias de Zaldúa fijó un precio de cesión de 2.400.000 euros, cantidad inferior a la que ya tenía pactada con el Real Madrid, acordando además pagos anuales por importe de 480.000 euros, 240.000 en relación con el año 2014. El ex futbolista consignó esa cantidad en su declaración de IRPF de ese año como rendimiento de capital mobiliario. Y lo hizo, según el Ministerio Público “sin declarar cantidad alguna procedente de los rendimientos obtenidos por la explotación de sus derechos de imagen” (que habría cedido a Kardzali de forma aparentemente simulada) y “con ánimo de obtener un beneficio fiscal ilícito”y de hacer “fiscalmente opacos los beneficios procedentes de la explotación de los mismos y así ocultarlos a la Hacienda Pública”.

La cesión de sus derechos de imagen “nunca fue real”

En la querella se hace hincapié en que Kardzali, que careció de empleados hasta 2012 (cuando por obligación legal contrató a un trabajador “con una nómina mensual de 70 euros”) fue utilizada por el ex jugador “como mero instrumento canalizador de los ingresos y pagos sin que la misma haya efectuado gestión alguna en la explotación de los derechos de imagen”.

La Fiscalía cree que a Alonso esa sociedad le resultaba "innecesaria” para explotar sus derechos de imagen pues en ese momento ya tenía rubricado otro contrato con Adidas para ese objetivo, por lo que tenía garantizados más de seis millones de euros por ese concepto sin que Kardzali aportara nada a los contratos del jugador “salvo la opacidad de los rendimientos a la Agencia Tributaria Española”.

En 2014, el ahora entrenador percibió de la marca Adidas 319.500 euros brutos y del Real Madrid, 1.903.623, 90 euros. “Como puede desprenderse de estas cifras los ingresos derivados de la explotación de los derechos de imagen ya estaban convenidos cuando se diseñó el contrato de 1 de agosto del 2009 entre el obligado Xabier Alonso y Kardzali”, se precisa en la querella.

Igualmente, Kaedzali transfirió desde 2009 a Alonso un total de 5.900.352, 54 euros que respondían aparentemente a la deuda de cinco millones que mantenía Kardzali con el ex jugador donostiarra por la adquisición de sus derechos de imagen, cantidades que se han ido abonando a medida que la sociedad canalizaba los ingresos generados por la explotación de los mismos procedentes tanto del Real Madrid como de diferentes marcas publicitarias. “Es decir -insiste la Fiscalía-, Xabier Alonso ha recibido más dinero del pactado, cantidades procedentes en su totalidad de los contratos que ya tenía suscritos o negociados cuando diseño el contrato de 1 de agosto del 2009. Por tanto, dicha cesión nunca fue real y solo estuvo buscada por los querellados con el propósito de no abonar a la Hacienda Pública los impuestos que debían repercutirse en el año 2014 a los rendimientos que le generó la explotación de la imagen de Xabier Alonso”.