Maratón

El Guardia Civil que desmanteló una fábrica clandestina de tabaco por correr maratones

Aprovecharon su resistencia como corredor para localizar y seguir la furgoneta

Underground half marathon in Budapest
Un maratonianoZoltan BaloghEFE

El plan era seguir la furgoneta, pero el terreno no ayudada a hacerl con otro coche, así que lo que decidió la Guardia Civil fuese que uno se sus hombres, un experimentado corredor de maratones, siguiera al vehículo durante varios kilómetros, a través del terreno para localizar el lugar y acabar con éxito una de las grandes operaciones contra el tabaco ilegal en nuestro país. En esa “fabrica”, seis ucranianos trabajan sin descanso y sin salir para hacer cigarrillos sin parar y hacer ganar a sus capotres un millón y medio a la semana. “Tenemos la suerte de contar con un corredor de maratones, un portento físico y gracias a su astucia y resistencia pudimos localizar estas instalaciones que, como se pueden imaginar tienen gran dificultad”, aseguraba la Guardia Civil a Antena 3.

Vio que la furgoneta llegaba a un picadero de caballos y ahí la Guardia Civil descubrió la fábrica ilegal de cigarrillos. Estaba a cuatro metros de profundidad" y la Guardia Civil lo descubrió tras más de quince horas de trabajo.

El grupo disponía de unas instalaciones para fabricar los cigarrillos en la localidad malagueña de Sedella, mientras que en Aguilar de la Frontera (Córdoba) contaba con una nave industrial en la que almacenaba la mercancía, según ha informado este lunes el Ministerio del Interior en un comunicado.

En la actuación han sido detenidas siete personas como presuntas autoras de los delitos de contrabando, contra la propiedad industrial y contra la Hacienda Pública, tres de ellas de nacionalidad ucraniana, otras tantas de Letonia y una de Rusia, y seis de ellas han ingresado en prisión por orden judicial.

La investigación comenzó en marzo del pasado año, tras una información que alertaba sobre la llegada a España de un ciudadano ruso que tenía como objetivo trabajar en una fábrica clandestina de tabaco de Málaga.

A partir del seguimiento de este hombre y otro compatriota, los agentes centraron las pesquisas en una vivienda situada en una zona de difícil acceso de la sierra de la Axarquía, en el municipio malagueño de Sedella.

Allí detectaron seis personas que entraban y salían tanto de una vivienda como de una nave contigua, y su seguimiento permitió localizar una segunda nave industrial en la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera.

Tras detectar la entrada de dos vehículos y un camión en la finca de Sedella, donde permanecieron una hora, los investigadores siguieron a los vehículos y hallaron 54.500 cajetillas de tabaco de una conocida marca en el interior del camión.

En el registro de la vivienda se encontraron evidencias de que también disponían de material para fabricar cigarrillos de otra marca muy conocida, y en uno de los vehículos que hacía de "coche piloto" del camión se halló un dispositivo inhibidor de frecuencias de alta potencia, empleado para dificultar la investigación policial.

La organización estaba especializada en la fabricación de cigarrillos para después distribuirlos por España y otros países, y en este caso el producto final se repartía en furgonetas principalmente por Andalucía.