El fútbol de la recesión

Sí, ya sabemos que nada será igual tras el paso del Covid-19 por nuestras vidas. Nada. Ni siquiera aquello que parecía inmutable e intocable, ese universo de fenómenos y virtuosos del deporte profesional que concentraban millones de personas en los estadios o ante las televisiones a lo largo y ancho del planeta y cuyas victorias o derrotas servían para nutrir horas y horas de conversación. Esos astros eran ídolos inalcanzables a los que costaba imaginárselos con los pies en la tierra. Pues ellos también se han dado de bruces con la excepcionalidad sanitaria y económica. En la Liga de las Estrellas, la considerada como una de las mejores, sino la mejor del mundo, se han aplicado Ertes y bajadas sustanciales de honorarios que han afectado a todos los jugadores. En este punto, las figuras no se han parapetado bajo ninguna cláusula contractual y han contribuido lo suyo. Pero, ¿qué viene ahora? Lo que llega es un depresión financiera de la que no escapará nadie, pues los vasos comunicantes en este universo globalizado favorecen el efecto contagio. ¿Alguien piensa o cree factibles fichajes en cifras como las de las pasadas temporadas? Lo cierto es que la devaluación del producto fútbol es un hecho, y en ese lote van también los deportistas. La web alemana Transfermarkt es una referencia para directivos y agentes sobre la cotización de jugadores, entre otra infinidad de datos e informes sobre el fútbol. Según su última revisión del mes de abril sobre el impacto del coronavirus en el valor de los futbolistas, ninguno escapa de la depreciación. Por ejemplo, el francés Mbappé, que es el jugador con mayor precio de mercado, se ha abaratado en un 10% hasta los 180 millones de euros. Los que le siguen en el TOP-10 de la clasificación han sufrido un impacto negativo del 20%. Desde el inglés Sterling (128 millones) al brasileño Neymar (128 millones), pasando por el inglés Kane (120 millones), el belga De Bruyne (120 millones), el egipcio Salah (120 millones), el senegalés Mané (120 millones) o el argentino Leo Messi (112 millones). El color del dinero brilla menos en el deporte rey. Es tiempo de ajustes.