El Cid, la Catedral, la Morcilla y... el San Pablo Burgos

Hace tres años el San Pablo Burgos se estaba jugando el ascenso a la ACB en Villamuriel de Cerrato, un pequeño pueblo de la provincia de Palencia. Ganó por 85-86 y certificó su llegada a la élite. Era el premio merecido después de varios intentos que sólo pudieron frenar los despachos. Y en la tercera temporada en la Liga Endesa, el club castellano ha alcanzado las semifinales. Le espera el Barça, el único equipo al que los burgaleses no han sido capaces de derrotar.

«El Barça es superfavorito, pero nosotros queremos jugar la final de la Liga Endesa», asegura Joan Peñarroya. El técnico, en su primera temporada en Burgos, es una de las claves del pelotazo de los castellanos. El equipo llegó a la fase final sin hacer ruido, aunque antes de la pandemia ya se hiciera notar. Durante la primera parte de la temporada fue una de las sensaciones de la competición y su pista, el Coliseum, se ha convertido en una de las atracciones de la ACB. Al final de la primera vuelta era octavo, pero la sede de la Copa, Málaga, acabó con sus opciones de estrenarse en el torneo. A Valencia llegaron sin su referente interior, el estadounidense Earl Clark. Con motivo del parón por el coronavirus llegaron a un acuerdo club y jugador para rescindir su contrato. El refuerzo para lo de Valencia ha sido un clásico del baloncesto español: Pablo Aguilar. Su trayectoria en los últimos meses ha encontrado la recompensa que merecía. Croacia, Tenerife, Italia, Japón, selección española en el inicio de la concentración para el Mundial, lesiones graves... un par de entrenamientos con el resto del equipo y en Valencia se ha convertido en una pieza vital como demostró en la victoria ante el Madrid.

El San Pablo Burgos sigue vivo gracias a su descaro y su «talento», como dice Pesic. Su actitud en éstas menos de dos semanas quedó reflejada en un tiempo muerto de Joan Peñarroya ante el Madrid: «Si estamos pendientes de los árbitros no estamos haciendo nuestro trabajo. Estamos jugando contra el Madrid, estamos jugando contra el Real Madrid. ¿Qué queréis?». Y la cosa acabó como acabó.

Los exteriores son una panda de jugones: Fitipaldo, Bassas, Benite, McFadden... y por dentro, pese a las bajas, hay versatilidad con tipos como Rivero, Aguilar, Lima o Apic. Jugadores todos que tienen muy bien asumidos sus roles. «El equipo está conectado y afrontando de manera muy buena la fase final. Hubo mucha celebración después de las victorias, pero después de alguna derrota el equipo siguió igual de feliz», asegura Peñarroya.

La celebración a la que hace referencia el técnico incluyó botellas de champán y baño en la piscina del hotel cuando se confirmó la clasificación para semifinales tras la victoria del Valencia. En el Barça también hubo baño, pero fue sólo para el Jugador Más Valioso de la ACB. Mirotic recibió en vísperas de la semifinal el trofeo de MVP y después de agradecérselo a los compañeros, éstos le tiraron a la piscina. Mirotic, que todavía no ha aparecido en la fase final, está a dos partidos de lograr su primer título como azulgrana. El Barça se clasificó sin problemas y en el único partido exigente de verdad se impuso al Baskonia.

La otra semifinal mide al Valencia y los vitorianos. Los anfitriones buscan regresar a la final de la ACB tres años después de conquistarla ante el Real Madrid. El Baskonia trata de rememorar viejos tiempos con Dusko Ivanovic en el banquillo.