Jürgen Klopp

Klopp, el Liverpool y la pesada mochila de la historia

Había pasado tanto tiempo desde el último título de Liga que algunos consideran ésta como la época más gloriosa del club que dominó Inglaterra y Europa en los 70 y en los 80

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«No quiero una estatua», ha reconocido Jurgen Klopp después de ganar la Liga con el Liverpool. El técnico alemán no quiere reconocimientos personales, pero sus aficionados quizá no piensen lo mismo. Les ha devuelto el título de Liga 30 años después. En 1990 el Liverpool era el equipo más ganador de Inglaterra, con 18 campeonatos, pero el reloj se quedó parado en ese número y ahora Klopp ha vuelto a ponerlo en marcha.

Tanto tiempo ha pasado que el portero español Adrián San Miguel aseguraba hace unas semanas en una entrevista concedida a DAZN que el Liverpool vive «el mejor momento de su historia». Nada que ver con la realidad. El equipo de Anfield vivió su época gloriosa entre mediados de los 70 y finales de los 80 del siglo pasado. En quince años ganó diez ligas y cuatro Copas de Europa, pero hay varias generaciones que no han visto a su equipo ser campeón de Liga.

Con Rafa Benítez el Liverpool vivió un renacimiento que le permitió volver a ser campeón de Europa. La Liga es el paso de más que ha dado Jurgen Klopp, un entrenador ideal para la reconstrucción de equipos históricos, como ha demostrado ya en Dortmund y en Liverpool.

A Klopp le ha costado siempre conseguir los éxitos a la primera. Sólo lo hizo con el Mainz, cuando pasó de la noche a la mañana de ser jugador a convertirse en entrenador. Igual que hizo Luis Aragonés en el Atlético en los años 70. Ni siquiera tenía todavía el título, pero el club confiaba en su carácter de líder. El equipo entonces estaba en Segunda División y se dirigía sin remedio a la Tercera alemana. Pasó la prueba de ganar los dos primeros partidos en los que se jugaba su futuro como técnico y prolongó la racha hasta ganar seis de los siete primeros. Esa temporada se salvó del descenso, pero llegar a la Bundesliga le costó más. Se quedó a las puertas dos temporadas seguidas y lo consiguió a la tercera.

Lo mismo le sucedió con el Dortmund. Después de dos discretas clasificaciones en las dos primeras temporadas, sexto y quinto, ganó el título en la tercera con un equipo muy renovado y una media de edad no muy superior a los 22 años. Repitió al año siguiente, pero se le resistió la Copa de Europa. También la ganó al tercer intento, después de perder la final de 2013 con el Dortmund frente al Bayern y en 2018 con el Liverpool ante el Real Madrid. Por fin lo logró en 2019 ante el Tottenham en el Metropolitano.

Pero tenía pendiente la Liga. «El Liverpool se ha quitado de encima una mochila pesada, la historia ya no es una carga, la historia es ahora nuestro maravilloso trasfondo, es la base de lo que estamos haciendo», explica el técnico alemán en una entrevista con la cadena Sky Sports. «Necesitábamos que nuestros seguidores nos diesen la oportunidad para encontrar nuestro propio camino y eso sólo fue posible porque nadie perdió la paciencia con nosotros en ningún momento», reconoce.

Klopp ha disfrutado de la paciencia necesaria para completar su obra. Llegó en 2015 marcando diferencias con otros entrenadores estrellas. «Soy normal, ‘'The normal one'‘», dijo en un juego de palabras que aludía a José Mourinho, el gran rival del Liverpool en la época de Rafa Benítez.

Pero Klopp sabe que es especial y la afición del Liverpool, también. Ha conectado con su público futbolística e ideológicamente. «Creo en el estado de bienestar, por eso nunca pagaré un seguro médico privado ni votaré a un partido que prometa bajar los impuestos. Nunca votaré a la derecha», ha dicho alguna vez. Un discurso que encaja perfectamente en una ciudad obrera que sufrió durante la reconversión industrial de Margaret Thatcher. Ahora quiere seguir haciendo su propia historia.