Fiasco
¿Seguirá Simeone la próxima temporada en el Atlético de Madrid?
Otra vez puso en duda su continuidad en el futuro después de una derrota dura, como ya hizo en Milán después de perder la final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid
Es una reacción muy habitual en Simeone después de una derrota dura: poner en duda su futuro en el banquillo del Atlético. Lo hizo en Milán después de caer en la final de la Champions ante el Real Madrid: «Es un momento para pensar por mi parte y curar las heridas en casa», lanzó en caliente en la rueda de prensa en San Siro. Ayer, en Cornellà, sin que nadie le preguntara por eso, lanzó el mismo mensaje: «El año que viene, si estamos aquí, buscaremos soluciones para avanzar en la Copa».
Cholismo puro para cerrar una tarde complicadísima en el campo de un modesto de Segunda B que dejó fuera del torneo al actual líder de la Liga Santander. Fue inesperado por la alineación que puso sobre el césped artificial el Atlético, pero no tanto si se mira hacia atrás en la competición.
Es el tercer año consecutivo en que los rojiblancos se bajan del torneo copero antes de lo previsto. Hace dos temporadas cayeron a doble partido ante el Girona, que se clasificó para cuartos de final empatando a tres en el Wanda Metropolitano, y el curso pasado, la Cultural Leonesa les dejó fuera a partido único en dieciseisavos.
Aquello fue en León y lo de ayer en Cornellà, víctimas en ambos casos de esta Copa a único partido, que no entiende de tardes perezosas. No lamentaba Simeone haber dejado fuera a Oblak y a Luis Suárez, y explicó el porqué del cambio de Joao Félix, que fue titular, cuando había que marcar sí o sí. «Estaba lastimado, buscábamos un chico más fresco, tenía un golpe en el tobillo y queríamos buscar a un chico en buenas condiciones», confirmaba el Cholo, que tuvo que rendirse ante el planteamiento de Guillermo Fernández Romo, el otro técnico que al saludarlo después del pitido final le hizo un gesto como de pedirle perdón por haberlo eliminado.
Simeone reconoció la superioridad del rival y prefirió mirar hacia adelante, pero no pudo evitar su reacción de siempre cuando falla, “amenazar” con marcharse, poner en duda su futuro y en vilo a los aficionados, para los que es un icono.
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