Liverpool, el equipo que ya no sonríe

El Liverpool conserva su imponente pasado, su intimidatorio nombre, su idea de fútbol, pero ha perdido casi todo lo que le hizo un equipo temible no hace mucho en la Premier League y en la Champions. Maltratado por las lesiones, el conjunto que entrena Jürgen Klopp ha perdido la sonrisa, vive angustiado por la falta de confianza, por la ausencia de esa solidez y esa firmeza en defensa que les hizo casi impenetrables. También se ha evaporado buena parte de su contundencia en ataque, donde vive más que nunca de la inspiración de Mohamed Salah y de la ilusionante recuperación de Diogo Jota.

Alejado de los puestos de Champions en la Premier, el Liverpool muestra en Europa una regularidad que ha perdido en el campeonato doméstico. En Europa el equipo se libera y quiere parecerse a lo que fue. Si en la Premier acumula seis derrotas consecutivas en casa, en la Liga de Campeones solventó con comodidad su eliminatoria de octavos contra el Leipzig, al que venció 0-2 en la ida y volvió a ganar por el mismo resultado en Anfield.

El equipo comenzó a derrumbarse con la lesión de su central Virgil van Dijk el pasado 17 de octubre. A ese percance le siguieron las lesiones de los también centrales Joel Matip y Joe Gómez. El Liverpool se rompió por la defensa y todavía no ha encontrado la solución a ese destrozo que le hicieron las lesiones. Lo intentó Klopp situando a Jordan Henderson y Fabinho en el centro de la zaga, lo que originó un inmenso agujero en el centro del campo por el que se fue la poca consistencia que todavía le quedaba al Liverpool. Henderson, capitán y hombre fundamental dentro del vestuario, será duda para la eliminatoria contra el Real Madrid en los cuartos de la Champions por un problema en la ingle que requirió una intervención quirúrgica.

En el mercado de invierno incorporó al joven turco de 20 años Ozan Kabak, cedido por el Schalke, colista de la Bundesliga, y a Ben Davies (25), fichado del Preston, equipo de la Championship, la segunda división inglesa. Dos soluciones de urgencia que no han permitido al Liverpool recuperar la solidez perdida.

El equipo de Klopp recupera la alegría cuando puede correr, cuando Salah, Roberto Firmino, Sadio Mané y Diogo Jota encuentran espacios. Si los encuentros se cierran, el equipo sufre, porque las ideas no fluyen con facilidad en el centro del campo, donde Thiago Alcántara no ha conseguido convertirse en el faro que ilumine al equipo. Firmino será duda para medirse al Madrid por un problema en una de sus rodillas.