Fútbol

Premier League

El Liverpool pierde el ritmo

La lesión de Van Dijk rompió al equipo y ya ha sufrido más derrotas que en toda la temporada pasada

Jürgen Klopp no encuentra la fórmula para volver a hacer del Liverpool un equipo temible.
Jürgen Klopp no encuentra la fórmula para volver a hacer del Liverpool un equipo temible.DPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

El Liverpool está desorientado, se ha evaporado buena parte de la magia y de la confianza que le hizo casi indestructible y se muestra como un equipo deprimido y descompuesto. La fiabilidad que le llevó a ganar la Liga de Campeones en 2019 y la Premier League en 2020 ha desaparecido. El elevadísimo ritmo que convertía sus partidos en una tortura para los rivales ya no existe. Vulnerable y dubitativo en defensa, atascado en el centro del campo y menos efectivo en ataque, el equipo que arrasó la temporada pasada en la Premier colecciona ahora momentos negativos.

Ha sufrido tres derrotas seguidas en casa por primera vez en su historia (Burnley. Brighton y Manchester City), después de llevar 68 encuentros seguidos invicto en Anfield. Ha enlazado cuatro partidos seguidos de Premier sin marcar un gol (Newcastle, Southampton, Manchester United y Burnley) y ha sido eliminado en la FA Cup y en la Carabao Cup.

El análisis que hizo su entrenador, Jürgen Klopp, de la derrota contra el Burnley puede servir para resumir esta temporada: “Es un puñetazo enorme en la cara. Tuvimos mucho balón, creamos algo y no rematamos las situaciones. Perdimos un partido que creo que en realidad es imposible perder. Pero lo hicimos”.

En la Premier está quinto después de 23 jornadas, a diez puntos del líder, el Manchester City, que tiene un partido menos. La pasada campaña a esta misma altura del campeonato, el Liverpool era líder, con 67 puntos, 27 más de los que tiene ahora, y aventajaba en 19 al City. Había ganado el doble encuentros que esta campaña (22-11), había marcado diez goles más (54-44) y encajado 15 menos (14-29). En 23 jornadas no perdió ningún partido y esta temporada ya suma cinco derrotas, dos más de las que sufrió en toda la Premier 2019-20. La contundencia de los números refleja el cambio experimentado en un año por el equipo.

El punto de inflexión en todo este proceso se produjo el pasado 17 de octubre, cuando el neerlandés Virgil Van Dijk sufrió una grave lesión de ligamentos en su rodilla derecha y se despidió de la temporada. A este percance le siguieron los de Joel Matip y Joe Gómez. El Liverpool pasó de tener una de las mejores de defensa de Europa a quedarse sin centrales.

En una maniobra que el tiempo ha demostrado como poco efectiva, Klopp decidió desnudar el centro del campo para cubrir las bajas en defensa. Comenzó a utilizar como centrales a Fabinho y Jordan Henderson y aunque su rendimiento ha sido más que aceptable, su ausencia en la media creó un agujero por el que se fue toda la solidez del equipo.

La presencia de Thiago tampoco mejoró la situación y los números no avalan la apuesta de Klopp por el centrocampista español. Futbolista con un extraordinario talento, Thiago aporta al Liverpool cualidades que no tenía, como pausa, una visión de juego panorámica y una profundidad en los pases capaz de romper cualquier defensa. A cambio, Thiago retiene mucho la pelota y frena el ritmo al que suele moverse el equipo. Su presencia ha obligado a variar el estilo de juego y, por el momento, ni Thiago se ha adaptado al Liverpool, ni el Liverpool a Thiago. El Liverpool ha perdido cinco de los ocho partidos en los que Thiago ha sido titular.

La solución tampoco ha llegado en ataque, donde solo Mohamed Salah aguanta la comparación con la temporada pasada. El rendimiento goleador de Roberto Firmino y Sadio Mané no es el que fue y el portugués Diogo Jota, fichado esta campaña y que tuvo una aparición deslumbrante, también se ha lesionado.

“Todavía somos un buen equipo. No te conviertes en un mal equipo de la noche a la mañana”, defiende el lateral Andy Robertson. La Liga de Campeones se presenta como la última oportunidad para demostrarlo.