¿Deporte o tortura?

Alucinaciones, ceguera y un 95 por ciento de abandono: así es la maratón a oscuras más brutal del mundo

'El Tunnel Ultra' se disputa cada año en Inglaterra y la clave de esta aterradora prueba radica en la privación sensorial que ya usaron los nazis o la CIA

The Tunnel, la aterradora ultramaratón a oscuras
The Tunnel, la aterradora ultramaratón a oscurasInstagram

La privación sensorial, particularmente en un lapso superior a 48 horas, genera grandes efectos en la percepción, la cognición y las emociones. Y según la ciencia tiene temidos efectos: ceguera temporal alucinaciones, ataques de pánico... Los primeros estudios sobre la privación sensorial datan de los años 50, aunque es posible que haya investigaciones secretas previas a esa década. Los primeros experimentos con voluntarios se llevaron a cabo en la Universidad McGill, en Montreal, Canadá. En su sentido más básico, la privación sensorial tiene que ver con la restricción parcial o total de estímulos , aplicada a uno o varios sentidos. Impedir la visión, la escucha, el tacto o todo a la vez. Un tipo de práctica que ya utilizaron los nazis, la CIA, o Guantánamo como método de tortura.

Solo un 5 por ciento la supera

Pero hay un reto deportivo que también lleva la privación sensorial al limite hasta el punto que solo un 5% de los participantes logran superar la prueba. Lo que antaño un túnel de ferrocarril se ha transformado en los últimos años en uno de los desafíos más exigentes que los ultramaratonistas pueden afrontar. El Combe Down Tunnel es ahora el escenario de la carrera más oscura y tenebrosa del mundo: la Ultra Tunnel, que se celebra cada año en Inglaterra. La distancia es de 322 kilómetros pero lo realmente aterrador es que se realiza totalmente a oscuras y obliga a estar 55 horas sin dormir.

 

En Ultra Tunnel, las reglas son sencillas: los participantes deben recorrer 322 kilómetros dentro del túnel, es decir que deben hacer 200 veces la extensión del Combe Down Tunnel (100 en una dirección y 100 en otra). El tiempo límite es de 55 horas y, además, a las 27 horas y 30 minutos quedan eliminados todos los que no hayan alcanzado la mitad del trayecto.

No pueden recibir asistencia de ningún tipo, ni pueden llevar auriculares o soportes externos, sólo una linterna para evitar accidentes. Su dureza es tal que la tasa de abandonos se sitúa en el 95 por ciento.

El sitio web de "Tunnel" lo describe como "una prueba alucinante de resistencia extrema y privación sensorial". Algo que podría considerarse más una advertencia sanitaria que un eslogan de marketing. Ya que algunos de sus participantes sufrieron alucinaciones, desmayos e incluso episodios de ceguera, como relata Mandy Foyster, la única mujer que ha completado el Ultra Túnel.

"Perdí la vista"

En el kilómetro 318 perdí la vista. No podía ver nada, choqué contra la pared varias veces, tenía un diente roto. Era la primera vez que estaba realmente preocupada por mi salud”, contó a la BBC tras superar esta prueba en 2021. La visión se pone a prueba en esta ultramaratón y puede llegar tan lejos como para causar alucinaciones.

Otro deportista Karl Baxter, que consiguió completar la prueba en 54 horas en su segundo intento, en 2021 relata las alucinaciones que sufrió: “Veía muñecos de nieve abominables, una babosa enorme y pensé que estaba al borde de un precipicio durante la carrera". Y si todas estas alteraciones sensoriales no son suficientes, la presión del crono es perpetua. Si un corredor no ha logrado recorrer los 160 kilómetros en 27:30 horas, queda automáticamente descalificado. Por lo tanto, los participantes deben administrar su tiempo y los períodos de descanso, sin ponerse en dificultades en términos de tiempo.

A pesar de su intensa preparación antes del evento, los atletas nunca están realmente listos para este desafío.