El baloncesto, al rescate

El Madrid de Laso vive ajeno a las turbulencias del equipo de fútbol

En la celebración del título en el Coliseum había algún miembro de la expedición campeona que aseguraba en broma que el Real Madrid es un club de baloncesto con una sección de fútbol. Desde que Pablo Laso llegó (ver gráfico), el Madrid ha vuelto a ser el que fue. Los títulos que en fútbol llegan con cuentagotas son otra vez una costumbre en el básket.

q Los números de la «era Laso». Mediada la quinta temporada del vitoriano al frente del equipo, las cifras permiten hablar de una dinastía. De 19 finales posibles, el Real Madrid ha disputado 15 y ha ganado 11, incluida una Euroliga. Acumulaba cuatro campañas sin levantar un título, seis años sin lograr la Liga, 16 sin ganar la Copa de Europa y 19 sin ganar la Copa del Rey. El equipo se ha acostumbrado a jugar finales y ganarlas. «Mis jugadores son muy competitivos y les encanta estar en estas situaciones», comentó Laso después de superar al Baskonia. Ese instinto competitivo ha permitido al Madrid sobrevivir este año a todos los partidos definitivos. Los hubo en la primera fase de la Euroliga, en el «Top 16» y los tres de La Coruña.

q Un proyecto muy definido. Ningún otro club del baloncesto español puede presumir de tener una plantilla tan estable y con tantos referentes como la del Real Madrid. Sus cuatro pilares son nacionales (Llull, el «Chacho, Rudy y Reyes) y llevan como mínimo cuatro temporadas en el club. Carroll, en su quinto año de blanco, es también de la casa.

q Otra vez los secundarios. La Copa ha ratificado el acierto de los refuerzos de la temporada pasada. Nocioni, Maciulis, Ayón y Rivers no reclaman los focos, pero son piezas fundamentales. Su experiencia les ha permitido asumir su rol en el equipo sin un mal gesto. Los dos primeros no han escapado de las lesiones, pero su papel en la Copa ha sido determinante. «Chapu» ofrece minutos de calidad; Maciulis es el hombre para todo y Rivers demostró en la final que como multiusos puede ser vital. El MVP de Ayón es la recompensa a su cambio de estatus. Sus actuaciones en la Euroliga y su consistencia en la Copa le han situado a la altura de los Sergios, Rudy y Reyes.

q El año más complicado. El Madrid podría escribir un manual titulado «Cómo ganar la Copa sin pretemporada». Más de 40 partidos disputados en el ecuador de la temporada revelan un calendario agotador. La saturación y los torneos de selecciones provocaron que Laso tuviera que acoplar medio equipo con la competición avanzada. La adaptación de los nuevos (Taylor, Thompkins, Willy Hernangómez y Ndour) está lejos de ser modélica como hace un año. Entre los recién llegados sólo Lima es uno más dentro de la cancha. El hispanobrasileño lleva tres semanas en el Madrid, es el primer hombre alto en la rotación y ya tiene un título en el que, por cierto, no pudo participar Rudy.