Felipe Reyes. «Me libré de hacer la mili gracias a mi altura»

Es el gran capitán del Real Madrid y protagonista principal de la edad de oro de la Selección Española de baloncesto junto a Pau Gasol, la «Bomba» Navarro, Rudy, Calderón y compañía. En la presentación del simulador NBA2K14 reconoce que es más hábil en la pista que con el mando de la videoconsola y que a su personaje del videojuego no le han puesto el mismo peinado que él lleva en la realidad.

–Algunos querían retirarlo y resulta que a los 33 años fue el Jugador Más Valioso de la final de la Liga Endesa...

–Esto se consigue trabajando duro cada día y siendo fuerte mentalmente. A pesar de que algunos se empeñen en decir lo contrario, a mí me queda todavía mucho baloncesto por delante.

–¿En qué o en quién pensó cuando cogió el último rebote del quinto partido ante el Barcelona?

–En toda la gente querida: en mi padre –primero–, mi madre, mi mujer, mis hermanos... Y también en los aficionados que estaban allí compartiendo ese momento, porque todos los títulos que había conseguido hasta ese día con el Real Madrid habían sido fuera. Nunca había tenido la oportunidad de celebrarlo en casa y por ello aquel momento fue muy especial.

–Después de catorce años en la élite y teniendo en cuenta que bajo los aros no se reparten caramelos precisamente, ¿no le duele todo el cuerpo?

–Bueno, hay temporadas en las que por culpa de las lesiones los dolores son más fuertes, pero el año pasado tuve la suerte de no lesionarme. El problema es que cada año meten más partidos, cargan el calendario demasiado, y es algo que no beneficia precisamente al jugador. No dejan casi tiempo para el descanso, que es fundamental.

–¿Siempre le apetece ir a entrenarse, o a veces le da pereza?

–Tenemos días y días, como todo el mundo. A la gente hay veces que sí le apetece ir al trabajo y otras que no. Lo mismo pasa con nosotros.

–¿Qué va a ser Felipe Reyes cuando sea ex jugador?

-No lo sé, seguramente algo relacionado con el mundo del baloncesto, pero no me he parado a pensarlo. Todavía queda mucho para esa decisión.

–¿Se ve en el banquillo con una pizarra en la mano?

–Como entrenador no me veo, la verdad. Se sufre mucho, y en un principio no es lo que me gustaría hacer, pero nunca se sabe.

–¿Siempre fue el más alto de su clase?

–Seguro que sí, pero yo iba al Ramiro de Maeztu y allí había mucha competencia. En el instituto creo que un año hubo un chico más alto, que jugaba en el Estudiantes, aunque no llegó a ser profesional.

–¿Qué ha sentido viendo los partidos de la Selección por la televisión después de tanto tiempo siendo protagonista?

–Lo he pasado bien viéndoles jugar cuando ganaban y sufría cuando las cosas no iban como queríamos. Con mucho nerviosismo, aunque no soy de los que se ponen de pie para celebrar cada canasta. Las celebro, pero sin levantarme.

–Desde fuera, la Selección parece una pandilla de amigos que se lo pasa genial...

–Es más que un grupo de amigos, es una familia, muchos nos conocemos desde hace años, el ambiente es extraordinario y esto ayuda a conseguir todos los éxitos que hemos logrado últimamente.

–¿Nunca tuvo curiosidad por saber cómo habría encajado en la NBA?

–Bueno, quizá un poco, pero no me arrepiento de ninguna de las decisiones que he tomado en mi carrera y estoy muy satisfecho con lo que he conseguido aquí.

–¿Da miedo Pablo Laso –su entrenador– cuando se pone rojo de ira y les grita en los tiempos muertos?

–No, para nada, miedo no, somos jugadores ya maduros y no tenemos miedo a nadie. Además, Pablo no es que nos meta miedo.

–¿Cómo lleva su hermano Alfonso que usted, el pequeño, le haya superado ?

–No sé si le habré superado, pero él está muy orgulloso de mí, al igual que yo lo estaba de él cuando jugaba.

–El Madrid lleva un tiempo buscando la Décima Copa de Europa en fútbol. ¿Puede llegar este año la Novena en baloncesto?

–Pues ojalá podamos conseguirla, es el objetivo de todo el mundo a comienzos de temporada, y por eso será complicado.

–¿Cómo se ven, desde la perspectiva del baloncesto, los sueldos estratosféricos que reciben los futbolistas? Si usted llega a dedicarse a jugar con los pies en vez de con las manos...

–Pues seguramente no hubiera conseguido nada en comparación con lo que tengo en el baloncesto, se lo puedo asegurar. Son universos diferentes, es lo que hay. El fútbol es el deporte rey prácticamente en todo el mundo. Nosotros haríamos mal si pensáramos en lo que cobran los del fútbol, porque nuestra realidad es distinta.

–¿Quién es ahora mismo el Cristiano Ronaldo del baloncesto?

–Para mí, el mejor técnicamente es Kevin Durant, y, físicamente, LeBron James.

–¿Qué le falta a España para ganar a los Estados Unidos?

–Si me lo preguntan después de la final de Pekín, hubiera dicho que sólo que los árbitros pitaran los pasos con las reglas FIBA, pero después de Londres... Ellos son superiores físicamente, aunque no creo que nos quede mucho para poder derrotarlos.

–Es capitán del Real Madrid y de la Selección, ¿hizo el servicio militar?

–No, me libré de la mili por la altura (2,04 metros) y, al final, acabaron quitando el servicio militar obligatorio.