NBA
La amarga temporada de José Manuel Calderón
Vve una situación muy particular esta temporada, sumido en una grave crisis -diez derrotas en los últimos once partidos- y partiendo desde el banquillo como reserva de Kyle Lowry
El base español de Toronto Raptors sobrelleva con la cabeza alta el pobre deambular de su equipo en la NBA -penúltimo en la Conferencia Este- pero dijo, tras la derrota frente a Los Ángeles Clippers, que "el tiempo pone a todo el mundo en su sitio".
El extremeño, que acaba de alcanzar la cifra de 500 encuentros disputados con Toronto, vive una situación muy particular esta temporada, sumido en una grave crisis -diez derrotas en los últimos once partidos- y partiendo desde el banquillo como reserva de Kyle Lowry.
Se encuentra en su último año de contrato con la franquicia canadiense y es consciente de que podría entrar en un traspaso antes de la fecha límite del 21 de febrero, pero a fin de cuentas el futuro está en su mano ya que en junio se convertirá en agente libre.
"Es una situación complicada pero no me queda otra; hay que seguir siendo profesional e intentar dar el máximo. Está claro que habrá días mejores y días peores, que a veces tendré más minutos y otras menos, pero éste es mi equipo y tengo que jugar hasta el final, pase lo que pase", declaró el extremeño en los pasillos del Staples Center.
"La situación es difícil. No es nada fácil estar siempre motivado y jugar a tope, pero eso no quiere decir que no tengas que tratar de salir al 200 por cien. Cuando pierdes tanto está claro que cansa. No es agradable", apuntó el internacional español.
A pesar de los malos resultados, Calderón ya se ha hecho un experto en mantener la calma.
"Es mi forma de ser. Trato de ser la misma persona y no voy a cambiar ahora porque las cosas vayan mal, pero bueno, siempre habrá tiempo. El tiempo pone a todo el mundo en su sitio y hay que esperar. Me queda un año de contrato y no sé qué pasará. A partir de ahí podré tomar yo las decisiones. Veremos qué pasa", declaró.
Calderón no descartó que esa operación llegue antes de que concluya la temporada. "Puede ser que ocurra. Acaba mi contrato y probablemente haya posibilidades de que la franquicia piense en traspasarme para tener algo a cambio. Es una posibilidad. No sé si pasará. Es lo que hay, no lo puedo controlar", declaró.
El base reconoció estar al tanto de los rumores que le colocaban en Los Ángeles Lakers en una operación por la que tanto él como su compañero Andrea Bargnani acabarían en las filas californianas a cambio de Pau Gasol.
"Da igual. Vaya a donde sea al final decido yo en junio", recalcó. "Dejar el equipo supondría un gran cambio. Si voy a un equipo mejor sería como empezar de cero, como llegar de nuevo a la NBA. Lo cierto es que siempre he estado aquí así que no sé cómo sería desembarcar en otra franquicia, nunca lo he probado", manifestó.
Momentos antes de desalojar el pabellón, Calderón departió unos segundos con el base rival Chauncey Billups, quien se acercó a él para desearle suerte en vistas al futuro. "En junio podrás ponerte en una situación favorable para estar en un equipo ganador", le dijo el veterano director de juego.
Instantes después Calderón escribía en la red social Twitter: "Se van acabando las palabras, cada vez me cuesta más escribir después de los partidos".
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