Sergio Scariolo, el hombre del consenso

Imagine por un momento que la referencia de la Selección de fútbol, pongamos que Sergio Ramos o Iker Casillas, publica en una sección que tiene en un diario deportivo el nombre del nuevo seleccionador poco antes de que se haga público. Pues eso es lo que ha sucedido con Pau Gasol, Sergio Scariolo y la selección de baloncesto. «Es el hombre idóneo... nadie mejor para llevar el equipo», apuntaba Pau en las páginas de «Marca». Sabía mejor que nadie lo que escribía. Ayer fue anunciado oficialmente el regreso del técnico con el que España fue dos veces campeona de Europa y una vez subcampeona olímpica. El presidente de la Federación no pudo cumplir sus plazos por poco, pero el candidato número uno después de la debacle en los cuartos de la Copa del Mundo ante Francia volverá a sentarse en el banquillo en el próximo Eurobasket. El reto es estar en los Juegos de Río y para ello hay que alcanzar la final del torneo europeo. La otra vía es acabar entre la tercera y la sexta plaza para disputar el Preolímpico a primeros de julio de 2016. Scariolo ha firmado por dos años y ésa ha sido la clave de que el anuncio se retrasara más de lo previsto, una cuestión de plazos. El técnico también dispone de la posibilidad de fichar por cualquier equipo europeo o intentar la aventura como ayudante en la NBA, la opción que más le atrae.

Scariolo asegura que no ha hablado con ningún jugador. Tampoco hubiera hecho falta. El papel de Jorge Garbajosa como mediador en todo el proceso ha sido vital y así lo reconoce el propio seleccionador. Sergio tiene el «beneplácito» de Pau y Navarro y eso acarrea la aceptación del resto del grupo. Los jugadores son conscientes de que la permisividad de la etapa de Orenga es historia y también tienen asumido que necesitaban un entrenador capaz de ejercer de líder en momentos críticos si fuera necesario. «Pau y Juan Carlos son referencias para mí a nivel personal, me han enseñado mucho. No uso la palabra amigo, pero son muy importantes. Haberme ganado su respeto ha sido como conseguir un título más», dice Scariolo, que sabe dónde se mete. Prefirió no dar nombres ni confirmar presencias, pero apuntó sobre Pau y Juan Carlos: «Tengo la esperanza de que estén y su presencia es una prioridad». La única confirmación que existe a estas alturas es la baja de Ricky y la previsible de Ibaka. Su sustituto, Mirotic, fue el único jugador sobre el que se pronunció: «Me encanta como aficionado y como entrenador».

Su regreso al equipo nacional, como demuestra la fecha del anuncio, no ha sido sencillo. «Desde el inicio de la temporada no era algo que tuviese delante, pero sí que supone un reto atractivo: poder competir con los mejores en su etapa de máxima madurez, cerca ya de su final porque hay que llamar a las cosas por su nombre. Se trata de pensar en lo que quedará cuando esto termine, es un reto complicado y eso lo hace más estimulante».