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Lisboa

Cara a cara: Alfredo Duro y Carme Barceló

La Razón
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La semana de las décimas; por Alfredo Duro

Vergonzoso, indigno, lamentable, ridículo, chapucero, deshonroso, grotesco, indecente, escandaloso... ¿Quieres que siga, Carme? ¿Quieres que le pongamos el calificativo más adecuado a este patético final de temporada que ha firmado tu queridísimo Barça? ¿Para qué? Después de haber quedado en evidencia ante el fútbol mundial presumiendo antes de tiempo de que el Madrid os regalaba la Liga no merece la pena seguir. Y siendo muy respetuoso con algunas dolorosas circunstancias que el Barça ha sufrido, queda claro que ninguna puede servir como eximente para justificar la debacle con la que habéis puesto broche a una temporada insultante, que demuestra el fracaso de un modelo arrogante que ya no tiene ningún sentido.

w El comandante en jefe

Pero aún te queda una última lección por recibir. Porque en esta semana en la que el Atleti acaba de ganar en el Camp Nou ante vuestras narices su décima liga, tu alma atormentada tiembla al comprobar cómo se acerca la «otra décima». Sí, Carme, esa Décima que el Madrid confía en conquistar en Lisboa, con el mismo compromiso que sirvió para acabar con el mito de Pep y su Bayern y el que debe servir para combatir las fuerzas ocultas que, como la tuya, se ponen en su contra y proclaman su simpatía por el otro equipo de la capital del fútbol mundial. Ahí estará Cristiano, comandante en jefe de una enorme legión blanca que, a pesar de vuestros deseos, jugará y celebrará el título más importante de su vida.

w El «soci» culé

Y resulta curioso cómo a estas alturas de curso, es justamente Cristiano el valor más seguro que el mercado futbolístico ofrece para el Madrid. A diferencia del Barça, cuyo estrepitoso derrumbamiento ha hecho añicos el proyecto con el que habéis estado sacando pecho, el Real tiene al mejor jugador del mundo con un compromiso a prueba de bomba. Cristiano y el Madrid. El Madrid y Cristiano. Querer establecer la misma ecuación con Messi, Neymar o lo que venga es como pretender convencernos de que estamos en la semana del homenaje al «soci». Pero el «soci», Carme, sabe que esta semana sólo hay un homenaje, y se le hace a la décima.

Operación limpieza en can Barça; por Carme Barceló

Siempre positiva, nunca negativa. Soy la cara de esa cruz que era máxima de Van Gaal, querido Alfredo, porque lo mejor está por llegar. Vamos a finiquitar esta temporada blaugrana con una reflexión profunda, una «operación limpieza» necesaria, un borrón y cuenta nueva en el saldo final y, por supuesto, un reparto equitativo y justo de culpas para aprender de los errores. Final de este capítulo de la historia del Barça y ahora toca escribir el siguiente, cuyo borrador ya corre por los despachos de la directiva y habla de ocho a diez bajas para dar entrada a nuevos fichajes. En la Junta, dos o tres directivos presentarán su baja formal y en los cimientos técnicos también alguno dirá adiós. El que ya se ha despedido formalmente es el Tata Martino, un señor de la cabeza a los pies, como ha demostrado en sus comparecencias públicas, pero al que le vino grande el cargo, el vestuario y el entorno.

w Que se prepare el Madrid

Éste ha sido (y es) el año del Atleti, sin ninguna duda. El fútbol respira «cholismo» por todos sus poros y el equipo rojiblanco nos ha enamorado a todos. Bueno, a casi todos. Porque los merengues le tienen tirria a la par que le temen más que al diablo. Me imagino a Ancelotti viendo el partido del Camp Nou dale que te pego a las sales. Caían lesionados y se crecían más. Moral de campeón. Lucha sin cuartel. No hay enemigo grande. Lisboa debería ser el cierre de un año redondo colchonero. Lo merecen.

w ¿Luis Enrique es el hombre?

En el Barça ya han apagado las luces y están de vacaciones. Los jugadores y anexos, porque Zubizarreta y su equipo técnico trabajan para consolidar el nuevo proyecto que tiene que ilusionar a los aficionados, en verdad desencantados por este final de campaña. De entrada, el técnico. Todo apunta a que será Luis Enrique, un entrenador que genera simpatías a la par que dudas. Lo primero, por ser un hombre que respira y cree en esa filosofía Barça que tú sabes que sigue muy viva, Duro, aunque se fue de parranda. Lo segundo, por carecer de currículum. Pero eso también pasó con Guardiola... y mal no les fue la cosa.