Real Madrid
Casemiro, mientras tanto
No es la primera vez que un gol suyo alivia un mal momento. En 2016, también eliminó las dudas con un tanto salvador ante Las Palmas
No es la primera vez que un gol suyo alivia un mal momento. En 2016, también eliminó las dudas con un tanto salvador ante Las Palmas.
Casemiro no sólo apaga fuegos en defensa. El guardaespaldas oficial del Real Madrid también tiene soluciones en el área del rival cuando las cosas se complican. Ha marcado en finales de Copa de Europa y, camino de ellas, en las eliminatorias a vida o muerte. Su entusiasmo es el mismo o más en los días difíciles, cuando no hay manera de encontrar la temperatura del juego tras dos tropiezos y el enemigo, que no le ha ganado a casi nadie, se siente cómodo y crea inquietud.
Los blancos se fueron al parón de selecciones sin más daños colaterales apoyados en la fe del brasileño, que encontró una rendija que se les había negado antes a los delanteros. En el primer córner provechoso de la temporada, «Casi» hizo el primer tanto de cabeza este curso para el vigente campeón. Un gol que permitió respirar a un Bernabéu encogido y que, quién sabe, si puede ser el comienzo de algo. Porque Zidane ya ha pasado por momentos complicados desde que es entrenador en Chamartín y en algunos de ellos el nombre de Casemiro aparece asociado a la raíz de la recuperación.
En su primer medio curso al frente, tres meses y medio y trece partidos después de sustituir a Rafa Benítez, a comienzos de 2016, el Madrid hizo una malísima segunda mitad, precisamente, en el Insular ante Las Palmas. Aquel encuentro que había encarrilado Sergio Ramos lo empató Willian José casi al final, pero mucho más al final todavía lo rescató Casemiro con un cabezazo oportunista después de un saque de esquina. A pesar del resultado, el técnico se mostró muy enfadado con los suyos: «Así no vamos a ninguna parte. Si queremos ganar algo de lo que tenemos por delante tenemos que jugar mejor. Estoy un poco preocupado, perdimos una cantidad de balones alucinante», señalaba Zizou, que siempre sonríe, pero también sabe regañar.
Lo hizo aquel día, algunos después de haber perdido en el Bernabéu ante el Atlético y varios después de que el Madrid goleara al Sevilla y ganara en el Camp Nou. Lo que vino fue pelear la Liga al Barça hasta las últimas jornadas y ganar la Undécima en Milán. Ayer fue otra vez Casemiro el que tiró del equipo hacia un triunfo y, tan importante es el mediocentro, que fue el primer sustituido de la noche. La razón, que dentro de quince días los blancos visitan el Wanda Metropolitano y el «stopper» se encuentra a una amarilla de la suspensión. No quería ZZ ir a una guerra sin su mejor escudo y si no lo tiene disponible el día 18 no será por sanción.
Después del cabezazo liberador de «Casi» llegaron los golazos de Asensio e Isco, remedio contra la depresión en forma de tres puntos y de tiempo para recuperar la cara más saludable.
Vallejo, un «veterano»
Debutaba en Liga con el Real Madrid este central de veinte años que juega con la seriedad y el sentido común de los que rondan los treinta. Le exigieron Vitolo y Calleri, sobre todo en la primera parte, y respondió el ex del Zaragoza y del Eintracht. Los nervios y la inactividad le generaron calambres en la recta final, pero ya hay otra opción si no está Varane.
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