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Fútbol
"El Chiringuito" desvela un bombazo sobre el futuro del Sevilla
Almansa desveló una noticia inesperada sobre la persona que podrá comandar el proyecto del club

El nombre de Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, vuelve a sonar con fuerza en Nervión en un momento de incertidumbre. El Sevilla FC atraviesa una de las crisis más delicadas de los últimos años, tanto en lo deportivo como en lo económico e institucional, y la figura del arquitecto de la época más gloriosa del club aparece de nuevo como posible tabla de salvación.
La llamada “tercera vía”, impulsada por los empresarios Antonio Lappí y Fede Quintero, trabaja en una alternativa para tomar el control del club y relanzar un proyecto que hoy se encuentra debilitado. En este escenario, Monchi ha dejado entrever que estaría dispuesto a escuchar lo que se le proponga, siempre que sea compatible con sus compromisos actuales. Sus palabras recientes, destacando la confianza y credibilidad que le merece este grupo inversor, han alimentado la ilusión de parte de la afición sevillista.
Su trayectoria lo avala. Monchi es mucho más que un director deportivo: es el hombre que transformó al Sevilla en un club campeón. Desde comienzos de siglo diseñó una estrategia que combinaba el talento de la cantera con un olfato prodigioso para detectar futbolistas en el mercado internacional. Gracias a esa visión, Nervión celebró títulos que parecían inalcanzables: varias Copas de la UEFA/Europa League, conquistas nacionales y presencias regulares en la Liga de Campeones. Su capacidad para fichar barato y vender caro convirtió al Sevilla en un modelo de gestión deportiva reconocido en Europa.
Sin embargo, también ha habido salidas y desencuentros. Tras una primera marcha hacia la Roma y, más recientemente, al Aston Villa, Monchi volvió al Sevilla, pero terminó dejando el club por diferencias internas y por el desgaste natural de años de gestión bajo presión. Ahora, desde fuera, observa cómo la entidad que ayudó a engrandecer se hunde en una espiral preocupante.
La situación actual del Sevilla es complicada. En lo deportivo, el equipo no logra transformar en puntos las sensaciones de juego, instalándose en la zona baja de la clasificación y generando inquietud entre los aficionados. En lo económico, los números rojos se acumulan: pérdidas millonarias, deuda creciente y un valor de marca que ha ido cayendo en los últimos años. Y en lo institucional, las luchas accionarias, la división entre dirigentes y la desconfianza de la grada reflejan un club que necesita urgentemente estabilidad y rumbo.
En este contexto, la posible vuelta de Monchi se interpreta como una oportunidad de regeneración. Su prestigio y su conocimiento del club podrían aportar el liderazgo necesario para diseñar un proyecto deportivo sólido, recuperar la confianza de la afición y devolver al Sevilla al lugar que ocupaba no hace tanto en el fútbol europeo. No obstante, su regreso no depende únicamente de la voluntad: será imprescindible que la “tercera vía” logre la fuerza accionarial y financiera suficiente para abrirle de nuevo las puertas del Sánchez-Pizjuán con plenos poderes.
La afición mira con esperanza, pero también con cautela. El pasado glorioso de Monchi alimenta la ilusión de que su mano maestra pueda obrar otro milagro. Sin embargo, el Sevilla de hoy requiere mucho más que nostalgia: necesita un plan serio, inversiones inteligentes y una dirección firme que combine gestión económica y visión deportiva. Solo así la vuelta de Monchi tendría sentido real y no se quedaría en un simple golpe de efecto.
El futuro del Sevilla FC se juega en un tablero complejo, y la posible figura de Monchi podría ser la pieza clave que incline la balanza. Nervión sueña con un nuevo renacer, pero el tiempo dirá si las condiciones se dan para que ese sueño se convierta en realidad.
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