MotoGP

A rueda: Rossi, Doohan y ... Márquez

A rueda: Rossi, Doohan y ... Márquez
A rueda: Rossi, Doohan y ... Márquezlarazon

Tengo grabada la imagen, aunque no recuerde el lugar ni la fecha. Mick Doohan, el campeonísimo de 500cc en los noventa, pierde el control de su moto y acaba sentado en medio del asfalto, resignado. Y cuando digo sentado, es sentado, sin poder levantarse. Las terribles secuelas que arrastraba en la pierna derecha de un accidente en Assen le impedían incorporarse. En ese estado fue capaz de ganar cinco Mundiales consecutivos. Un campeón con todas las letras. Esa imagen me vino ayer a la cabeza, cuando atisbé su canoso pelo por el «paddock». Me dije: este tipo fue muy grande, pero es que Marc Márquez, el chico de Cervera, puede superarlo en cuestión de nada. De momento, y salvo catástrofe, igualará en breve sus cinco Mundiales en la máxima categoría. Y lo va a hacer a los 25 años, cuando seguramente le quedan seis, siete o hasta diez años en la élite. Puede establecer récords insuperables durante generaciones.

La última curva

Lo de ayer en Tailandia merece un aparte. Un piloto conservador, de los que llevan calculadora hasta para comprar el pan, habría aguantado en la segunda o la tercera plaza para sumar puntos y asegurar el título. Pero Márquez no puede, es incapaz de controlar ese instinto ganador que le lleva a jugarse el bigote que no tiene para conseguir una victoria, aunque no la necesite. Esa última curva ante Dovizioso, negociada al límite de la física, pasará a la historia del motociclismo. Y lo mejor de todo para Marc es que detrás, a unos pocos metros, se encontraba Rossi, impotente. Valentino, al igual que el gran campeón de otro tiempo, Agostini, y el referido Doohan, ya tiene compañía en el altar de los grandes. Aquí sí podemos decir que Marc Márquez se ha ganado el derecho a comer en la misma mesa que ellos. Palabras mayores.