Hasta la última gota de sudor

El Madrid logró una victoria ante el Málaga con más dificultades de las previstas. Los de Míchel no habían logrado hacer ningún gol en seis salidas y en el Bernabéu anotaron dos, lo que hay que revisar con autocrítica. Está siendo un año extraño para Zidane y los suyos, que no acaban de alcanzar el juego de la temporada anterior, en la que se conquistó el doblete, Liga y Champions.

Iremos a más

Yo confío en que el equipo va a mejorar, comenzando por Cristiano, que ya está en sus números goleadores en Champions y que pelea y pelea en la Liga contra la mala suerte. Llegarán más goles suyos como el del sábado al rechace del penalti. Lo que está claro es que con un nivel brillante o con algo menos de fútbol, este equipo no se rinde nunca. Debemos sacar ese gen ganador en las duras y en las maduras. Para eso, todos tienen que dar su mejor versión, incluido el cuerpo técnico. Si la campaña pasada fue la profundidad del vestuario clave en el gran éxito, ahora eso no se puede dejar en el olvido.

Nuestro ADN

Yo recuerdo de mi etapa de jugador que en más de una ocasión no empezamos con buen pie la temporada , pero con unión, trabajo, sacrificio y dejando sobre el terreno de juego hasta la última gota de sudor (y en muchos casos hasta derramando sangre sobre esa camiseta blanca), al final conquistábamos objetivos. Y el Madrid de momento ha ganado las dos Supercopas, y pronto tendrá ocasión de sumar el Mundial de Clubes. Y la reacción ante el Málaga tras el 2-2 me hace pensar en nuestro ADN blanco, el de pelear hasta el final. La Liga se conquista o se pierde en el último tercio del campeonato. Seguimos vivos.