Real Madrid
Tenemos derecho a quejarnos
El Wanda acogió el primer derbi con un lleno para presenciar un duelo de urgencias. El enfrentamiento entre los dos equipos madrileños fue como los de antaño: tuvo intensidad, fue durísimo y con ciertos tintes de agresividad. Y para que no faltara de nada una tremenda polémica arbitral. Y vaya por delante que Fernández Borbalán no tuvo un buen día y sí una lamentable actuación.
Perjudicados
El encuentro se ajustó al guión que nos esperábamos. Un Atlético defendiendo en su campo esperando alguna contra, y un Madrid que llevó casi siempre la iniciativa, aunque sin generar apenas situaciones de gol. Pero el equipo madridista no está teniendo este año mucha suerte con el arbitraje, y no es excusa. Todo comenzó en la Supercopa de España en el Camp Nou, con aquel penalti señalado por De Burgos Bengoetxea ante un piscinazo de Luis Suárez. Y encima luego llegó la injusta expulsión de Cristiano, sin que el Comité de Competición subsanara tal injusticia. También quiero matizar que los blancos no están a diez puntos del Barça solo por los árbitros, pero que nos están perjudicando una barbaridad es algo real y demostrable.
Justicia
El sábado hubo motivos de peso para decir que el Madrid salió tremendamente perjudicado por el arbitraje de Borbalán. Y no es la primera vez que ocurre con este juez andaluz. ¿Qué es eso de que no podemos quejarnos porque somos el Madrid? Pues yo digo que no estaría de más que desde el propio club saliera alguna voz de disconformidad con lo que está pasando. Hay que exigir más respeto a uno de los equipos más importantes del mundo. Y, por supuesto, que la justicia sea igual para todos.