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Campeonato de Europa

Pogacar gana también el maillot que nunca lucirá

El esloveno, vestido ya con el maillot de campeón del mundo, se impone en el Europeo con un ataque lejano. Evenepoel vuelve a conformarse con la plata

Pogacar celebra su victoria en el campeonato de Europa Europa Press

Tadej Pogacar no descansa. Una semana después de proclamarse campeón del mundo se ha impuesto también en el Campeonato de Europa. A su estilo, con un ataque lejano. Esta vez fue más «prudente» y no atacó hasta que quedaban 75 kilómetros para el final. Se fue solo, en una contrarreloj de las que le gustan, contra sí mismo. Por detrás, Evenepoel pedaleaba contra la historia, en una persecución eterna, como si el belga fuera el Coyote y el esloveno, el Correcaminos.

Repitieron el podio del Mundial de Ruanda. Pogacar, primero; Evenepoel, después. Y por detrás, el resto. Entre ellos, Juan Ayuso, que estuvo cerca de las medallas. El español viajaba en el mismo grupo que Evenepoel, el de los perseguidores de Pogacar, hasta que Remco se cansó y quiso convertir la carrera en una lucha hombre a hombre. No quería cargar con más peso a su espalda el belga, que nadie se aprovechara de su esfuerzo para acercarse a Tadej. Ellos son los que dominan el ciclismo mundial, especialmente cuando se corre por selecciones. Pogacar exhibía ya en carrera su recién ganado maillot de campeón del mundo en lugar del maillot de su selección. Una manera de marcar distancias. Ahora es campeón del mundo y de Europa; Evenepoel es campeón olímpico como recuerda su casco dorado, y además domina la contrarreloj en la que ahora mismo es campeón olímpico mundial y de Europa.

«Otro título», dice Pogacar. Ellos dos corren en otro nivel en este tipo de carreras. A los demás les toca pelearse por el bronce. En esa pelea estaba Juan Ayuso, con el italiano Scaroni y con el francés Seixas. Pero el español pagó la dureza del circuito en la última subida, cuando quedaban seis kilómetros. Atacói Seixas, lo siguió Scaroni a duraas penas y Ayuso se despedía de sus opciones de medalla. Acabó sexto, porque ya casi en la llegada le adelantó el letón Toms Skujins. Por detrás, Skjelmose, su nuevo compañero en el Lidl Trek, que ya ha reclamado la jefatura en el equipo.

Seixas y Scaroni parece que se iban a jugar el bronce, pero Scaroni apenas pudo aguantar el ritmo de su compañero de viaje, que entró en meta en solitario festejando. Seixas es la esperanza del ciclismo francés. Tiene sólo 19 años, cumplidos el 24 de septiembre, pero este año ha ganado el Tour del Porvenir y ya ha sido octavo en el Dauphiné y decimotercero en el Mundial. En el Europeo ha adelantado diez puestos y entró en meta celebrando la medalla con el público. Para algo corría en casa. Paul Seixas es el hombre en el que Francia confía para recuperar el Tour.

La carrera francesa, como casi todas en las que participa, sigue perteneciendo a Tadej Pogacar, que ahora también es dueño del maillot de campeón de Europa. Un maillot que nunca vestirá porque el de campeón del mundo está por encima. Uno más para la colección.