Ciclismo

Pamplona

Quintana: «He aprendido a manejar un equipo en una gran carrera»

Nairo Quintana celebra el triunfo en el Giro en la sede de Movistar.. "Si algo tienen en común los grandes es su ambición, pero a unos se les nota más que a otros", explica Eusebio Unzúe.

Nairo posa orgulloso con su trofeo.
Nairo posa orgulloso con su trofeo.larazon

Nairo Quintana observa atentamente a la pantalla antes de comenzar la conferencia de prensa en la sede de Telefónica. Se proyecta un vídeo de la celebración del equipo tras la victoria en el Giro, el "Giro di Nairo", como le han llamado en su equipo, el Movistar. Sonríe recordando su triunfo en una grande, revive la alegría de ser el primer colombiano que se impone en la carrera italiana. Pero el gesto cambia con en la pantalla aparece Eusebio Unzúe, el manager del equipo. El jefe habla de la ambición de Nairo, de sus posibilidades ilimitadas y Quintana, atento, escucha sin perderse detalle. Ajeno al revuelo que se vive a su alrededor mientras los periodistas y los invitados se hacen fotos con el trofeo de ganador del Giro o con la bicicleta completamente rosa con la que le homenajeó el equipo. Todo es rosa, incluso las pulseras de acreditación de los periodistas. "Después de un tiempo tranquilo, pensando con la cabeza fría lo que pasó, se ve todo con otros ojos. Ves repeticiones y te das cuenta de cosas que no te dabas cuenta y todo parece maravilloso", cuenta Quintana, mucho más sonriente y resuelto frente a los micrófonos que hace sólo unos meses.

"Es un esponja", dicen en el equipo. Ése es uno de sus secretos, es consciente de sus cualidades, pero no se cansa de aprender. "En el Giro he aprendido tantas cosas. He aprendido a tener tranquilidad y saber dónde recuperar el tiempo perdido y dónde merece la pena arriesgar", asegura. "Ya sé cómo manejar un equipo en como me gusta en una gran carrera", añade. El otro secreto es la ambición de la que hablaba Eusebio. "Si algo tienen en común casi todos los grandes es la ambición, pero a unos se les nota más que a otros", explica Unzúe. "No deja escapar nada, quiere controlar la carrera, conocer todos los detalles. Él te hace sus típicas consultas, donde muestra sus ganas de ganar y ganar y volver a ganar, como decía nuestro querido Luis [Aragonés]".

Nairo, además, es un hombre valiente. El día que se se pone de líder en el Giro, con la etapa a punto de suspenderse por la nieve, él no quería que la organización buscara alternativas -el plan B era atravesar un valle en lugar de subir el Stelvio y el Gavia-. "Por favor, tenemos que hacer esta etapa", cuenta Eusebio Unzúe que le decía. "Es un hombre sin miedo, sin complejos", añade. Para Eusebio, además, era una etapa especial. En el Gavia fue donde se quedó "congelado"Pedro Delgado en el Giro del 88. Pero Nairo quería subir, bajar, volver a subir y volver a bajar y acabar haciendo lo que hizo". Y lo que hizo fue ganar el Giro. "No le importaba el frío, las temperaturas de -1 o -2 grados", recuerda Unzúe. "En esa etapa lo pasamos mal.Se sufrió muchísimo, pero hemos ganado y sabe diferente. Se sufre, pero se goza, como dicen en Colombia".

Quintana sólo ha necesitado tres grandes para ganar la primera. Ha probado en todas sin repetir en ninguna, aunque en septiembre regresará a la Vuelta. Pero lo que él quería este año es volver a correr el Tour. Sólo le quedaba un peldaño sin escalar, del segundo al primero. Por eso, él siempre defendió que la idea de estrenarse en el Giro era "del patrón". Ahora, con la "maglia"rosa, las cosas se ven de diferente manera. "Eusebio pocas veces se equivoca y me ha salido bien. Ahora nos damos cuenta de que fue una decisión bastante positiva. Vamos dando pasos para hacer siempre lo mejor", reflexiona.

El ganador del Giro examinará alguna de las etapas importantes de la Vuelta antes de regresar a Colombia, a celebrar el triunfo con los suyos. "Ya hubiera querido estar allí", confiesa. "Recuerdo el recibimiento del año pasado tras el Tour. Fue espectacular", dice. Pero el año pasado "sólo"era segundo. Ahora vuelve como ganador. En agosto, desandará el camino hasta Pamplona. Le espera la Vuelta para seguir ganando y seguir aprendiendo.