Granada
Segundo golpe de Horner
Las piernas de Chris Horner parecen tener muchos menos de los 42 años que está a punto de cumplir. Mientras la mayoría sufría en el estreno del alto de Hazallanas como final de etapa, el estadounidense, como si no costara, se marchó solo hacia arriba cuando faltaban cuatro kilómetros y medio para el final de la etapa y nadie fue capaz de seguirle. Lo había intentado Igor Antón, desde lejos, con distancia para que los favoritos no se preocuparan por él. «Era el momento, pensaba que no me iban a salir», relataba el de Euskaltel. Pero salieron a por él y su aventura duró mucho menos de lo que imaginaba. Después lo intentó Nibali, mientras Valverde aparecía y desaparecía del grupo de los favoritos.
Dani Moreno, el líder, sufría mucho más atrás, demostrando que sus palabras después de ganar en Valdepeñas de Jaén eran algo más que falsa modestia. «El líder sigue siendo Purito». Dani padecía acompañado por los Euskaltel, por Samuel Sánchez y por Igor Antón. Después se les unió Mikel Nieve, que tenía piernas para más, pero le mandaron parar para que ayudara a «Samu».
Y entre tanto sufrimiento apareció Chris Horner, con ese andar que parece perezoso, pero que avanza más que nadie en el pelotón. Ligero, sin pensar en todo lo que le esperaba al final del día. «En el momento en que ataqué, pensé en coger a los corredores que iban por delante, pero no en ganar y en ser líder. No soy el más fuerte de esta Vuelta, pero estoy entre los favoritos», asegura con esa sonrisa que nunca pierde.
Nibali se esforzó por no distanciarse demasiado del estadounidense. El italiano insiste cada vez que le preguntan en que sus rivales son Valverde y Purito Rodríguez, pero no quiere que Horner tome una ventaja que ya no pueda recuperar. «Ha sido una etapa dura, sobre todo por el calor en los primeros kilómetros, pero hemos trabajado muy bien con Fuglsang y he podido arrancar para sacar unos segundos que son muy importantes», cuenta. Nibali queda ahora a 43 segundos de Horner. 19 más castigan a Alejandro Valverde, que se recuperó al final de la etapa para arañar los últimos segundos de bonificación. «Será muy difícil superar a Horner, pero está bien así», asume Nibali. «Estoy cada día mejor, pero la contrarreloj es bastante difícil», asegura antes de disfrutar hoy de la jornada de descanso. Y no parece el mejor terreno para acortar distancia con el estadounidense.
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