El secreto del atleta español campeón y récord del mundo... con 90 años

Una tabla de gimnasia sueca y una buena alimentación son las claves del éxito de Marcos Bermejo, un atleta cántabro que a sus 90 años ha hecho historia al batir el récord del mundo de 400 metros lisos con un tiempo de 1:43:08. "Batí el récord del mundo sin saberlo", cuenta a La Razón Bermejo, que no para de reírse recordando su hazaña en tierras polacas.

"Mi ilusión era ser campeón del mundo. Anteriormente podría haberlo sido, pero tendría que haber viajado a Australia, Japón o Canadá. El viaje era mucho dinero y por eso había puesto toda mi ilusión en este campeonato en Polonia. Cuando llegaba a la meta y de reojo vi que le sacaba tanta distancia a mis rivales ... no me lo creía. Cuando crucé la línea parece ser que anunciaron que era nuevo récord del mundo, pero yo no me enteré", cuenta Marcos. De camino a los vestuarios con sus nietos, que no quisieron perderse la hazaña de su abuelo, el delegado de la federación española le dijo: "Bermejo, Bermejo, una fotografía que has batido el récord del Mundo". Marcos no se lo podía creer y se echó a llorar. "Lo voy a recordar toda mi vida".

"Fue un acontecimiento mundial. La gente de la edad de mis nietos se piensan que algunos con nuestras edades estamos cojos", dice riéndose Marcos, que con su marca consiguió superar el récord mundial que desde 2010 ostentaba el italiano Ugo Sansonetti. "Todo el pabellón dándome abrazos y felicitaciones y yo casi no me había enterado", señala Bermejo que con su nueva medalla tendrá que hacer reformas en casa porque en las habitaciones no le entran más. El próximo campeonato del mundo será en Toronto, el año que viene pero "a nuestras edades no sabe uno lo que va a pasar".

Su éxito que "no es un secreto", radica en el ejercicio y en la alimentación. "Fui boxeador y aprendí una tabla de gimnasia que se llama gimnasia sueca y la vengo practicando desde hace 75 años. Aparte de eso hago la gimnasia correspondiente, calentamientos y estiramientos", confiesa Bermejo. Además, cuida mucho lo que come. "He comido mucha legumbre, mucha fruta, mucha hortaliza, muchos pescado, cereales y frutos secos. Una comida variada, no hay más secreto. No tomo alcohol. Sólo me tomo una copa una vez al año y de vez en cuando tomo un buen vino", añade.

Y, por supuesto, el apoyo de su mujer: "Es mi "alma máter", de vez en cuando tiene que aguantar mi mala leche, como es la que me maneja el Whatsapp lleva tres o cuatro días que casi no duerme. No para de sonar el teléfono".

Empezó a correr de manera profesional a los 63 años. Su próximo reto es en junio, el campeonato de España en Valencia, en junio. Ahí Bermejo quiere seguir dando la lección de que nunca es tarde para hacer lo que uno quiere.