Entrevista

Elisa Aguilar: "La selección sirve para reivindicarse"

La presidenta de la FEB afronta con el Preolímpico de Valencia su primera gran competición al frente de la Federación. "Vamos a los Juegos seguro", afirma. "Scariolo es el mejor para liderar los relevos generacionales que están por llegar", comenta

Elisa Aguilar, presidenta de la FEB
Elisa Aguilar, presidenta de la FEBDavid JarLa Razón

Elisa Aguilar (15-10-1976, Madrid) recibe a LA RAZÓN en la sede de la FEB con el segundo café del día y con la mirada puesta en el Preolímpico que arranca hoy en Valencia. «Vamos a los Juegos seguro», asegura sin rodeos. El Preolímpico comienza hoy en Valencia ante Líbano (20:30, Tdp). Mañana será el turno de Angola y sábado y domingo, semifinal y final con Finlandia, Polonia o Bahamas como posibles rivales. Sólo el vencedor acudirá a París.

¿Cuándo era jugadora se imaginaba así la Federación?

Cuando eres jugadora no conoces mucho, aunque en la última etapa ya era consciente de que había mucha más gente alrededor y mucha gente pendiente alrededor nuestro de todo. Pero todo era bastante desconocido. El funcionamiento, cómo se trabajaba, las áreas... me retiro con 222 partidos internacionales, siendo la más veterana y al cabo de mes y medio o dos meses empecé en la misma empresa, en las oficinas, siendo la más nobel de todos. Miraba, escuchaba, observaba y era una esponja para aprender.

¿Recuerda el momento en que le ofrecen entrar en la FEB?

Estábamos volviendo de ser campeonas de Europa en Lille y antes de empezar las celebraciones dije a Pepe Sáez que me iba porque había firmado en Polonia y me dijo que qué iba a hacer yo en Polonia que me quedara porque había un proyecto, estaba el Universo Mujer y se iba a potenciar mucho más el tema femenino... y me sonó a gloria. Vi que no iba a tener un momento mejor en mi vida para dejarlo porque acababa de ser campeona de Europa con el equipo de mi vida así que me quedé.

¿De mayor quería ser esto?

Con 36 años me retiré habiendo conseguido el sueño de mi vida que era ser jugadora de baloncesto y habiendo vivido cosas muy importantes y disfrutando siendo mujer algo que antes muchas veces no era posible. Con esa edad volver a reiniciarte no es sencillo, no es fácil volver a encontrar la motivación... pero me hacen el ofrecimiento que me hacen en la Federación, en la que es mi casa, y yo en realidad no tenía ninguna gran expectativa. Había estudiado, soy licenciada en Económicas, la gestión siempre me había gustado, había sido base, que creo que tiene mucho que ver con la gestión, pero no sabía por dónde iba a salir. Por eso es lo de ser esponja. Tengo el título superior de entrenadora, pero rápido supe que no me iba dedicar a eso. Cuando se crea la oportunidad de ser presidenta, no me lo pienso un segundo. Es un cargo con más responsabilidad que el que tenía antes como directora de competiciones, pero me sigue gustando estar cerca de todos. Viajo mucho, pero lo llevo bien. Estoy encantada de estar en posición de la que estoy.

¿Por qué descartó lo de ser entrenadora?

Lo dejo porque estoy cansada más de competir que de físico. Empiezo el último curso, porque los dos primeros los haces on line mientras eres jugadora y ves que puede ser una salida, y ya en el tercer curso que hago en Zaragoza la vida que llevaba de jugadora la quería romper. Y si me meto a entrenadora hubiera sido la misma e incluso con mayor responsabilidad y con mayor carga. En ese momento no lo vi y mira no me ha ido mal.

Fue una de los pioneras en formarse en Estados Unidos...

Sí, en 1997 no era lo común. Era una cultura nueva, los estudios, el baloncesto, entonces no era bilingüe y yo soy tímida. Me ayudó a saber por dónde tenía que ir.

Ahora hay jugadores que dan el salto a Estados Unidos y no progresan como se esperaba...

La evolución del baloncesto español desde que yo me fui hasta ahora a nivel de clubes es excepcional. Nuestro nivel ahora es altísimo, no es el de hace veinte años. Lo fundamental es elegir bien. Hay que conocer el Estado al que vas; la Universidad a la que vas; yo me fui a Washington D. C. porque yo soy una mujer de ciudad y en un campus en mitad de ninguna parte por muy bonito que sea el campus yo sabía que no iba a estar bien, no sería feliz. Que haya gente internacional... todo eso hay que valorarlo para poder evolucionar allí. Y aquí ahora tenemos una mentalidad y una organización con clubes y Federaciones territoriales que hace que empecemos a competir muy pronto y eso es clave en los años de formación. La captación de talento está muy focalizada.

Fue elegida el 7 de mayo y hasta ahora todo ha sido un camino de rosas, con el Preolímpico llega la gran prueba...

Lo primero es que es un acierto que el Preolímpico se dispute en Valencia. Jugar en casa, que los jugadores no viajen, que estén cómodos, cerca de su familia y de los aficionados es bueno. Soy optimista pese a la incertidumbre porque este equipo y este seleccionador nos han demostrado que podemos confiar en ellos. Sergio es el mejor seleccionador que podemos tener y hay jugadores que han sido campeones del mundo y campeones de Europa hace dos años. Son jugadores de clubes importantes y hay que confiar en ellos. Estoy convencida de que estaremos en los Juegos.

¿Qué es lo que más valora del seleccionador?

Sé que es el entrenador que nos va a hacer ganar y que son las mejores manos posibles para liderar los relevos generacionales que están por llegar.

Hay jugadores que deben tomar las riendas y su temporada no ha sido especialmente brillante...

Son todos jugadores que están en equipos muy top y eso supone a la vez tener compañeros muy top. Hay años en los que sientes que te encuentras con más confianza porque apuestan más por ti y en otros no sucede eso. Lo que tengo claro es que ellos, todos, han seguido trabajando porque son profesionales y están plenamente comprometidos. Cuando vienes de un año en el que las expectativas no se han cumplido, la selección sirve para reivindicarse y decir estoy aquí y si alguien no sabe quién soy ahora lo voy a demostrar. Tenemos muchísimo talento en el equipo y con gente que es muy profesional y está muy comprometida.

Su jugadora favorita siempre dice que es Amaya Valdemoro, y ¿el jugador?

Voy a dar un quinteto. Serían Corbalán, Navarro, Carlos Jiménez, Marc y Pau. Y de ellas, Laia, Amaya, Blanca Ares, Montañana y Luci Pascua.