Waterpolo

España, fuera de la final del Mundial por un gol de Hungría como el que encajó Arconada en la Eurocopa de 1984

Hungría se impuso en la semifinal por 12-11. El gol decisivo llegó en el último segundo en un balón que se coló por debajo del brazo izquierdo de Unai Aguirre. La selección se jugará el bronce con Serbia

España cayó en la semifinal ante Hungría
España cayó en la semifinal ante HungríaRFENEuropa Press

Fue como el gol de Michel Platini a Arconada en la final de la Eurocopa de 1984. El balón se coló por debajo del portero español en lo que suponía el primer tanto francés en aquel partido. Pues Unai Aguirre, el portero español, el héroe en tantos partidos de la selección de waterpolo, vivió un accidente muy similar. Disponía Hungría de 16 segundos para evitar los penaltis. Kristian Manhercz hizo un lanzamiento a la desesperada en el último segundo. La pelota se le escurrió por debajo del brazo izquierdo a Unai Aguirre y terminó mansamente dentro de la portería. Lo que parecía un lanzamiento sencillo significó el pase a la final mundialista de los húngaros. La primera derrota de España en el torneo dejó al grupo de David Martín fuera de la lucha por el oro y sin el billete para los Juegos de París. El cuarto título mundial de la historia para el waterpolo masculino español tendrá que esperar (1998 en Perth, 2001 en Fukuoka y 2022 en Budapest). La lucha por el bronce medirá a a la selección con Serbia.

España se trabajó el pase a la final en un segundo cuarto casi perfecto. Empezó con una intervención de Unai Aguirre y terminó con otra parada del portero español en una superioridad de los magiares. Hungría había intimidado a base de sus bloqueos en defensa y había cobrado ventaja en el arranque del segundo periodo con un gol increíble de Varga. Cogió el balón de espaldas a la portería desde siete metros y conectó un latigazo imposible para Aguirre. Al golazo del torneo se sumó el error en un penalti de Felipe Perrone en una superioridad española. El panorama se estaba nublando, pero entonces el ataque de los de David Martín se desató. Alberto Munarriz equilibró la semifinal. Era el cuarto gol de España y de cuatro jugadores diferentes. Al capitán le importó poco haber fallado el penalti. Volvió a probar y dio ventaja a España. No se quedó ahí. En el siguiente ataque, a falta de dos segundos para el final de la posesión, se sacó otro misil para multiplicar la confianza al descanso después de haber pasado momentos complicados.

Bernat Sanahuja aprovechó la primera superioridad de España en el tercer cuarto para ampliar diferencias (4-7), pero Hungría regresó agarrada a su talento ofensivo y con un parcial de 2-0 volvió a equilibrar la semifinal. Los boyas magiares hicieron daño y España respondió con el segundo gol de Alberto Munarriz para seguir mandando antes de los ocho minutos finales. Hungría había tenido tres superioridades más y aún así estaba por detrás.

España aprovechó la primera expulsión húngara del último cuarto para recuperar los dos goles de ventaja. Un envío a la boya fue convertido por Miguel De Toro con la "semi" adentrándose en el drama. España tampoco falló en la siguiente superioridad, pero Hungría respondía. A menos de dos minutos, Hungría ya había sido capaz de empatar (11-11) porque los pases a la boya de España ya no funcionaban. La selección dispuso de su octava superioridad a 35 segundos del final. Dani Martín pidió a los suyos "mucha paciencia", pero el lanzamiento de Sanahuja no tuvo premio. Los húngaros tenían 16 segundos para alcanzar la final. Y se encontraron con un milagro. Un lanzamiento a falta de un segundo se coló por debajo del brazo de Unai Aguirre y se alojó en la portería pegado al poste izquierdo. No hacía falta ni la revisión arbitral. El gol de Krisztian Manhercz dejaba a España fuera de la final y sin el pasaporte para los Juegos.

En la otra semifinal Grecia arrasó con Serbia en la reedición de la última final olímpica. Los balcánicos habían protagonizado la sorpresa del torneo al cargarse a Italia en cuartos, pero en semifinales no tuvieron ninguna opción. Al descanso Grecia ya mandaba por 6-2 y terminó imponiéndose por 13-7. Los griegos, que habían perdido las cinco semifinales mundialistas que habían disputado, están empeñados en hacer historia. Fueron bronce en el pasado Mundial de Budapest y ganaron la plata en los Juegos de Tokio. Ahora buscan ante Hungría su primer título mundial.