Fútbol

El fútbol, una industria en la que aún no caben todos

José Soares, reconocido como uno de los emprendedores de 2023 por Ashoka, lucha para que el mundo del fútbol se abra a las personas con discapacidad. "Ven nuestro trabajo como caridad"

José Soares e Irene Milleiro, directora general de Ashoka en España y Portugal
José Soares e Irene Milleiro, directora general de Ashoka en España y PortugalLa Razón

Al fútbol se juega en cualquier lugar, sólo hace falta un balón, inventarse una portería o dos con cualquier objeto que sirva como postes y hacer dos equipos. Y siquiera eso, se puede jugar un gol regate, un gol regañao y cualquiera que pase por ahí, entra en el partido sin problema. No hay deporte en el mundo más sencillo de llevar a cabo, no hay deporte más popular. «El fútbol es un deporte que tiene una enorme fuerza popular y una capacidad de influencia muy fuerte en nuestra sociedad», asegura José Soares, fundador y Director Ejecutivo de la Asociación Integrated Dreams.

Ha dedicado los últimos siete años a sensibilizar y abogar por una mayor inclusión de las personas con discapacidad en el mundo del deporte y sabe que el fútbol tiene que ser que de ejemplo a toda la socieadad: «El 16% de la población mundial tiene alguna discapacidad, y no tiene la oportunidad de ser parte del mundo del deporte. Lo hago porque me apasiona el fútbol y creo que el fútbol debe seguir creciendo y que ese crecimiento debe ser para todos, nadie puede quedar por fuera»,asegura a este periódico tras ser reconocido como uno de los emprendedores de 2023 phoor Ashoka, una organización sin ánimo de lucro que identifica, conecta y acompaña a los líderes de la innovación social.

«El propósito es lograr que todas las personas sean conscientes de su poder para transformar el mundo y lo utilice», es uno de los lemas de Ashoka y Soares cree que con el fútbol de su lado, el cambio puede ser más rápido y mucho más general: «Creo mucho en la capacidad de influencia que tiene el fútbol en nuestra sociedad. Este es sin duda un aspecto diferenciador», dice. «Muchas veces se utiliza de forma negativa, pero que también se ha demostrado que se puede utilizar para una buena causa. Este mismo deporte unió a los soldados durante la Primera Guerra Mundial o que fue el único motivo de alegría durante los tiempos del Apartheid en Robben Island. En la Asociación Integrated Dreams creemos que el fútbol podría conducir a una mejor inclusión social y profesional de las personas con discapacidad», continúa Soares.

No es fácil convencer a todos y las decepciones están a la orden del día. Sólo hay que entrar en un estadio para comprobar cuánto camino hay aún por recorrer. «Veo que todavía no es accesible», dice Soares. Y no sólo eso, es una industria en el que las personas con discapacidad apenas tienen posibilidades de entrar y trabajar. «Cuando observo lo bajo que sigue siendo el número de personas con discapacidad que trabajan en el mundo del deporte, siento que todavía tenemos mucho trabajo por hacer», dice Soares.

 

Hay un trabajo material que hacer, pero también un trabajo de cambiar la visión del deporte rey. En realidad, puede que ambos estén unidos, es decir, que si no hay un cambio material, de más personas trabajando, no puede haber un cambio en la mentalidad. «Mi mayor decepción es cuando interactuamos con entidades del mundo del deporte que todavía ven nuestro trabajo exclusivamente como caridad y se unen a nuestra organización como si exclusivamente nos estuvieran haciendo un favor». Por tanto, ese cambio de visión pasa, principalmente, por «tener una mayor representación de las personas con discapacidad en las organizaciones deportivas», cuenta. «Para esto, he fundado Football for All Leadership Programme, que es la primera formación internacional dirigida a fomentar la empleabilidad, el emprendimiento y el networking de personas con discapacidad en el mundo del deporte (se trata de un proyecto que ya cuenta con 3 ediciones organizadas en Europa, una edición en EE.UU. y muy próximamente también tendremos nuestra primera edición en África y en Asia/Oceanía)».

Lleva siete años y no cuenta los que le quedan. Pero no le va a faltar entusiasmo. «Siempre he tenido pasión por el fútbol, y los deportes en general, y no puedo entender que esta pasión no pueda ser para todos», dice. «La misión de hacer del fútbol un deporte inclusivo para todos es algo que nos implica a jugadores, entrenadores, directivos, aficionados... y sólo con la participación de todas estas partes podremos transformar el mundo del fútbol. Trabajando en conjunto, lo lograremos, porque todos ganamos, eso estoy convencido».