LaLiga Santander
1-0. El Barça se asoma al abismo
Tiene Martino una semana por delante para dar vueltas a la delicada situación de su equipo. Los números le sitúan en lo más alto, pero las sensaciones no son nada buenas. Dos derrotas en los dos últimos partidos ante Ajax y Athletic así lo certifican.
Tiene Gerardo Martino una semana por delante para dar vueltas a la delicada situación de su equipo. Los números le sitúan en lo más alto, pero las sensaciones no son nada buenas. Su equipo genera poco peligro, tiene poca puntería y recibe goles con demasiada facilidad. Dos derrotas en los dos últimos partidos ante Ajax y Athletic así lo certifican.
Dio la sensación de que el Barcelona salió a San Mamés con la lección del Amsterdam Arena bien aprendida. Fue intenso en la presión, rápido en la asociación y eficaz en defensa; pero no supo materializar sus ocasiones. Por momentos, el conjunto azulgrana recordó su mejor versión, con jugadas de fantasía. Como una combinación en la línea de tres cuartos, que acabó con un taconazo de Iniesta que habilitó a Neymar. Con todo a favor, el brasileño se topó con Gorka. Sigue negado ante el gol, aunque su adaptación al juego es cada vez mayor. Eso es innegable.
Apostó Martino por un once repleto de veteranos, como si el currículo hubiese pesado más que el estado de forma de los jugadores. Así sucede al menos en casos como los de Bartra, incomprensiblemente condenado al ostracismo ante dos centrales muy lejos de su mejor versión como Piqué y Mascherano. Pero la apuesta del Tata le dio buen resultado y La Catedral sufrió con los mejores minutos del Barcelona en lo que llevamos de temporada. Un escenario de fantasía y magia en el que nadie como Andrés Iniesta para sacar su varita e inventar. Inalterable ante los pitidos de la grada, todo un clásico en Bilbao, el de Fuentealbilla enlazaba un regate tras otro, una maravilla tras otra, pero la mala puntería hacía inútil sus esfuerzos.
El Athletic supo sufrir. No perdió la posición en ningún momento y, simplemente, dejó pasar el tiempo hasta que la avalancha azulgrana mermó. Las pocas llegadas del equipo de Valverde destilaban peligro, eso era evidente. Pinto se empleó a fondo ante Muniain y Toquero, porque las interminables posesiones de su equipo tenían como contrapartida contragolpes muy certeros de los «leones». El ímpetu del Barcelona duró media hora, el tiempo que tardó el Athletic en igualar las fuerzas y enloquecer el partido, un escenario en el que se encontró mucho más cómodo que persiguiendo el balón sin parar.
En el inicio de la segunda mitad, el Barça recuperó el control y daba la sensación de que quería sentenciar rápido el encuentro. Neymar tuvo la mejor ocasión azulgrana, pero falló en el remate final de nuevo. El brasileño estuvo a punto de forzar la expulsión de Iturraspe, pero Martínez Munuera entendió que no era ocasión manifiesta de gol cuando Neymar ya encaraba a Iraizoz.
El dominio azulgrana no transmitía el peligro de otros tiempos. Controlaban el choque los de Martino, pero Iraizoz vivía tranquilo. Pinto, en cambio, sufría cada vez que veía al Athletic cruzar el centro del campo con el balón controlado. Son sensaciones extrañas que transmite el fútbol, pero que en la mayoría de ocasiones acaban convirtiéndose en realidad. Más aún cuando la magia de San Mamés acecha. Intentó sacar el balón controlado Iniesta, pero Ander Herrera olió sangre. Le presionó y le robó el balón. Cedió el cuero a Susaeta, que volvía a penetrar por la derecha como un cuchillo en la gelatina. Muniain tiró el desmarque y Pinto no pudo hacer nada. Bilbao ya era una fiesta.
El Barça volvía a verse superado a pesar de ser netamente superior a su rival. No sabe materializar ese dominio el equipo de Martino y lo está pagando. Tenía veinte minutos por delante para intentar solventar una delicada situación. Y pudo ser peor. Al minuto siguiente del gol, Toquero remató solo de cabeza en la frontal del área pequeña, pero Pinto despejó en un escorzo de mucho mérito.
Fue entonces cuando el Tata decidió apostar por la juventud de Sergi Roberto, decisión discutible, si no más. Quitó del campo a Xavi y a Iniesta, el mejor de su equipo de largo, por Pedro. Y, claro Sergi Roberto aún no hace milagros y no pudo variar ni una coma del guión del partido. Ni una ocasión de peligro generó el Barcelona tras el gol de Muniain. Un dato que debería hacer reflexionar a más de uno en ese vestuario.
El encuentro languideció entre contragolpes del Athletic y la impotencia del Barcelona. Encajó así el equipo de Martino su segunda derrota consecutiva, la primera en la Liga. No va a ser una semana fácil para el técnico. Mejoró su equipo después de la pésima imagen ante el Ajax, pero no fue suficiente y el argentino aprenderá estos días lo que es un crisis de verdad. El retiro de Messi a Argentina supondrá un poco más de gasolina en el fuego. Autodestrucción azulgrana activada.
- Ficha técnica:
1 - Athletic Club: Iraizoz; Iraola, Gurpegui, Laporte, Balenziaga (Albizua, min.81); Iturraspe, Rico (San José, min.87), Herrera; Susaeta, Toquero y Muniain (Ibai Gómez, min.86).
0 - FC Barcelona: Pinto; Montoya, Piqué, Mascherano, Adriano; Busquets, Xavi (Sergi Roberto, min.77), Iniesta (Pedro, min.84); Alexis, Cesc y Neymar.
Goles: 1-0, min.70: Muniain.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité valenciano). Mostró tarjeta amarilla a los locales Rico, Iturraspe y Toquero, y a los visitantes Neymar, Mascherano y Adriano.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoquinta jornada de la Liga BBVA, presenciado en un San Mamés cerca del lleno en sus 36.000 localidades. Se guardó un minuto de silencio en memoria del expresidente del club vasco, Beti Duñabeitia, fallecido esta semana.
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