Fútbol
El polémico show de Monchi en la banda en el Sevilla-Cádiz de LaLiga
El director deportivo del Sevilla ha bajado al campo en el descanso tras un tanto anulado y ha pegado una patada a una botella mientras protestaba. El Sevilla ha ganado
El Sevilla está tenso por la situación en LaLiga y cada partido es a vida a muerte. Cada error de los jugadores o arbitrales se toma como si le fuera a costar la vida. Ha pasado en el Cádiz-Sevilla de LaLiga, que ha ganado (1-0) el conjunto hispalense con un gol de Rakitic de penalti (minuto 88), pero donde en el último minuto de la primera parte el VAR ha anulado un gol a Lamela. Tras un pase de Fernando que terminó en Navas, éste dejó la pelota a Lamela, que le pegó un punterazo con el alma para pegar la pelota al palo izquierda. Según los colegiados Óliver Torres está en fuera de juego, aunque no toque la pelota.
Eso ha cabreado mucho a Monchi, indignado, que ha bajado hasta el césped, se ha pegado a la línea de cal, ha empezado a hablar, problablemente ha dicho: “¡Qué vergüenza!” y ha pegado una patada a un bote.
El Sevilla había celebrado el tanto con locura, porque necesita marcar y ganar para pensar que se puede salvar y olvidar esta temporada en la que todo le sale mal. Estaban como locos con el tanto que le daba ventaja con quien ya es un rival directo por evitar el descenso y que desde la sala Vor avisasen al árbitro ha sido como la gota que ha colmado el vaso de la decepción y frustración del sevillismo.
Durante la primera parte, los hispalenses jugaron con más ritmo y verticalidad ante un Cádiz superado. Por parte local lo intentaron Lamela con un tiro cruzado, Óliver Torres con una volea que se le fue fuera y Navas con un centro que se envenenó y fue neutralizado entre la parte superior del larguero y el meta argentino Conan Ledesma.
Antes del partido, varios miles de sevillistas se manifestaron este sábado, antes del encuentro de Liga contra el Cádiz, en contra de la “mala gestión” del consejo de administración que preside José Castro durante una concentración convocada por el sevillismo de base ante el mosaico de Preferencia del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.
La protesta, que se desarrolló sin incidentes, aunó a un centenar de peñas y colectivos del Sevilla, con el apoyo de la Federación de Peñas Sevillistas y de la Asociación de Pequeños Accionistas del club, y en ella varios miles de aficionados se congregaron delante del mural de Preferencia y sus inmediaciones, extendiéndose hasta los extremos de las gradas de los goles Norte y Sur.
En la concentración se corearon consignas contra Castro y su consejo, en su mayoría, pero también contra su antecesor, José María del Nido, dentro de la inestabilidad que vive el club nervionense ante la gueerra por el poder entre los grupos de ambos, y su finalidad fue “protestar contra la mala gestión del club” que ha conducido a la “actual situación deportiva”, con el Sevilla penúltimo en Liga.
Al final de la concentración, en la que se corearon gritos contra Castro y Del Nido y otros como “Sevilla somos nosotros”, “Directiva dimisión” o “El año que viene, súbeme el carné”, se leyó un manifiesto de rechazo a la gestión del consejo de administración sevillista y contra todo aquel quiera “enriquecerse a costa del club”.
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