A Brasil se va por París

España, obligada a ganar a Francia tras empatar ante Finlandia. Pukki igualó al final el gol de Ramos

Durante la Edad Media, los señores feudales se refugiaban detrás de altos muros y grandes castillos, desde donde dominaban y defendían sus posesiones, además de sobrevivir a los asedios de los enemigos. En aquella época, Finlandia se debatía entre las influencias suecas y rusas. Siete siglos después, aquellas enormes piedras que formaban los muros se han transformado en futbolistas vestidos de blanco, que defendieron como pudieron su botín, un punto, en su área de El Molinón, su territorio feudal. En lugar de altas escaleras y potentes catapultas, España utilizó el balón y los disparos lejanos para escalar y tumbar el muro finés. Un asedio sin precedentes que tuvo premio cuando Sergio Ramos se elevó en un córner y cruzó el balón lejos del alcance de Mäenpää, el último guardián del muro. Las hordas «rojas» habían asaltado el castillo, pero no contaban con Pukki, un rebelde que escapó del ataque en el último momento y lanzó un puñalada casi mortal a diez minutos del final. Un sorprendente empate que obliga a España a ganar en París.

A pesar de monopolizar la posesión del balón y mirar continuamente la portería contraria, no fue un partido cómodo para el equipo de Vicente del Bosque. Jugar contra un equipo como Finlandia, cuyo hombre más avanzado pasea por la media luna de su propia área nunca es fácil. Requiere mucha paciencia, mucha velocidad a la hora de mover la pelota y saber aprovechar algún error de la defensa. Un escenario muchas veces repetido, pero que nunca deja de convertirse en una ardua tarea.

La aparente debilidad de la selección finlandesa invitaba a pensar a una goleada en Gijón, necesaria para evitar urgencias ante Francia. Pero los tópicos del fútbol se hacen realidad en demasiadas ocasiones como para despreciarlos. Y «no hay partido fácil», por mucho que lo pueda parecer. Que se lo digan a Del Bosque. Su equipo fue el único que quiso jugar en Gijón. Atacó sin cesar y, a pesar de todo, se encontró con un escenario completamente inesperado con apenas margen de maniobra cuando Pukki culminó un contragolpe con el único disparo a puerta de su equipo en todo el partido. Único, pero suficiente para poner el empate en el marcador y sumar un empate histórico para los suyos.

España sabía lo que se iba a encontrar y los jugadores salieron con instrucciones muy claras desde el banquillo. Evitar la posesión estéril, chutar mucho, aunque fuera desde lejos, para evitar que la defensa estuviera cómoda. Hasta nueve veces lo intentó la «Roja» sólo en la primera mitad. No había otra manera, porque encontrar espacios para buscar la portería finlandesa dentro del área con once jugadores de blanco por delante era misión imposible. Alba se multiplicaba por banda izquierda, asociándose con Silva e Iniesta y aprovechando los espacios que intentaba generar Cesc, que actuó como falso «9». Ramos y Piqué cerraban prácticamente en tres cuartos de campo rival. Demasiados jugadores en tan poco espacio hacían muy difícil la tarea de España. El Molinón estaba completamente inclinado hacia Mäenpää, pero su portería estaba cerrada a cal y canto. El ariete español no conseguía derribarlo.

El gol de Ramos, recién iniciado el segundo tiempo, auguraba un final de partido plácido para los intereses españoles. Finlandia seguía encerrada en su área y tocaba buscar algún gol más. Seguían llegando los disparos lejanos ante la falta de espacios. El dominio era aplastante y nadie presagiaba el cruel final que se guardaba en la manga la batalla. Un gol de Pukki que complica mucho la vida a España. Siete siglos después, el muro finés queda en pie.

100 veces Sergio

Sergio Ramos llegaba a su centenario como internacional con una celebración que parecía perfecta. Lucía el brazalete de capitán y, nada más comenzar el segundo tiempo, marcó de cabeza a la salida de un córner el tanto que parecía iba a ser definitivo. Se había hecho el homenaje él mismo, pero no todo pudo ser perfecto en el partido número 100 de Sergio Ramos. Finlandia empató.

Ficha técnica:

1 - España: Valdés; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Cazorla (Pedro, m.46), Iniesta; Silva, Villa (Negredo, m.65) y Cesc (Mata, m.76).

1 - Finlandia: Mäenpää; Raitala, Moisander, Toivio, Arkivuo; Tainio (Sparj, m.69), Roman Eremenko, Ring; Hetemaj, Pukki (Halsti, m.93) y Hämäläinen.

Goles: 1-0, m.49: Sergio Ramos. 1-1, m.79: Pukki.

Árbitro: Ovidiu Alin Hategan (RUM). Amonestó a Silva (89) por España, y a Mäenpää (85) y Moisander (89) por Finlandia.

Incidencias: encuentro de clasificación al Mundial 2014, disputado en el estadio El Molinón, lleno, con 30.000 espectadores. Finlandia portó brazaletes negros en memoria del exfutbolista Kai Pahlman