Copa del Rey
Atlético - Barcelona: La perfecta asimetría de Raphinha
El Barça, que puso de moda la figura del "falso 9", tiene ahora en el brasileño a un "falso extremo". Se ha perdido los dos últimos partidos, pero vuelve para la decisiva vuelta de semifinales de Copa
«Sí, estará listo, podrá jugar», dice sobre Raphinha, contundente, Hansi Flick, que recupera a uno de sus jugadores clave de la temporada para un partido que no tiene vuelta atrás. «Es como una final antes de la final. Es así», continúa el preparador alemán antes de visitar esta noche al Atlético para la vuelta de semifinales de Copa, tras el extenuante 4-4 de la ida. Raphinha se ha perdido las dos últimas citas del Barça después de los dos partidos con Brasil, de los que volvió con mucha carga física evidente y también psicológica: sus polémicas declaraciones en el podcast de Romario hicieron que fuera el objeto de todas las broncas y provocaciones en el clásico contra Argentina, en el que la canarinha además fue goleada.
No entró en la convocatoria contra Osasuna por motivos obvios, ya que estaba recién aterrizado, y contra el Girona empezó en el banquillo y ahí se quedó, después de una conversación con Flick en la que le explicó que todavía no se sentía del todo bien, ya que el técnico quería darle unos minutos. Pero contra el Atlético no va a faltar, lo mismo que Cubarsí, con problemas en un tobillo, que sí participó ya un rato corto ante el Girona. «Les hemos dado un poco más de tiempo para que se pudieran recuperar y creo que fue lo adecuado», explicó Flick.
Raphinha, directamente en el 34 por ciento de los goles del Barça
Cuenta, pues, el Barça con un futbolista capital por su despliegue ante un rival que «siempre le pone mucha intensidad». «Me encanta cómo juega», admite Flick. Pero este curso, además de piernas, Raphinha ha multiplicado la contundencia. Ha participado de forma directa, con gol (27) o asistencia (20) en 47 de los 139 tantos que lleva el Barcelona, lo que supone casi un 34 por ciento. Eso sin contar las dianas en las que sus recuperaciones o sus desmarques abren camino.
El "falso extremo"
Flick ha ideado un sistema que en ataque es asimétrico: por el lado derecho, Lamine Yamal y Koundé actúan de forma más «natural», intentando ganar la línea de fondo o con el adolescente metiéndose al centro, pero con balón. Por el otro costado, Raphinha se va al centro sin la pelota, tirando desmarques desde segunda línea en busca de los pases de los medios o de los centrales, o para arrastrar rivales. Todo el carril queda para Balde. Son pocas las veces que Raphinha actúa de extremo clásico, llegando a la cal para centrar. Ni siquiera de extremo moderno (a pie cambiado para poner el centro cerrado), su puesto habitual en las ligas portuguesa, francesa e inglesa, por el que fichó por el Barça, hasta que llegó Lamine. El conjunto azulgrana, con Guardiola, puso de moda de nuevo la idea de «falso 9». Ahora presume de «falso extremo».