Sección patrocinada por: sección patrocinada

Fútbol

El Atlético se da un homenaje en el Carranza

Se impuso 1-4 al Cádiz con goles de Morata, Saúl, Wass y Griezmann

El Atlético de Madrid se llevó el Ramón de Carranza en el Nuevo Mirandilla
El Atlético de Madrid se llevó el Ramón de Carranza en el Nuevo MirandillaAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

El Atlético se llevó su undécimo Ramón de Carranza sin apenas resistencia por parte de los anfitriones (1-4). A poco más de una semana para el arranque de la Liga y con el Atlético empezando a pensar en el Getafe y los andaluces, en la Real Sociedad, el equipo de Simeone se mostró muy superior a los de Sergio González. Los goles de Morata, Saúl, Wass y Griezmann no fueron más que el reflejo de la distancia que separa a dos equipos con objetivos incomparables. El tanto de Álvaro Giménez en el tramo final y con todo decidido bastó para que un abarrotado Nuevo Mirandilla festejara algo.

Simeone apostó de salida por Joao, el mejor en la reciente victoria ante el United, Griezmann y Morata. Witsel y Wass fueron los centrales, pero el Atlético apenas necesitó que el partido despertara para avisar con un remate al palo de Griezmann. Fue precisamente el francés el que dio un pase a Morata para abrir la cuenta rojiblanca. El Cádiz trató de dar señales de vida con una ocasión de Cala, pero su remate se fue a uno de los palos de Oblak. El partido se decidió con una jugada polémica. Un balón colgado de Griezmann lo tocó Joao y fue empujado por Sául con la mano. Lo vio todo el mundo menos el colegiado. Las protestas no sirvieron de poco. El Atlético se fue al descanso con el trofeo casi sentenciado y se encargó de hacerlo en la reanudación.

En apenas cinco minutos, Wass y Griezmann habían acabado con los interrogantes por si quedaba alguno. Con la afición local gritando aquello de “¿dónde están los fichajes, los fichajes dónde están?”, el partido careció de más historias. El carrusel interminable de suplentes acabó con el poco ritmo que tenía el partido. El tanto de Álvaro Giménez sirvió de poco.