Final Champions
David Alaba, el hombre que se puso el 4 de Sergio Ramos sin inmutarse
Al defensa austriaco le costó más adaptarse a los horarios de comida de España que ha jugar y rendir desde el primer día en el Real Madrid
A David Alaba le costó más adaptarse a los horarios de comidas de España que a jugar en el centro de la defensa del Real Madrid junto a Militao. Una pareja de centrales nueva que sustituía, nada más y nada menos, que a la que habían formado Sergio Ramos y Raphael Varane durante muchas temporadas de éxito. Había cierto vértigo en los aficionados al pensar en este cambio, pero la realidad es que muy pronto nadie se acordó de los defensas que se fueron camino del United y el PSG. Alaba llegó a coste cero del Bayern Múnich en un gran movimiento de la secretaría técnica del Real Madrid, y se puso el dorsal de Ramos con toda la naturalidad del mundo. Quedaba libre, dijo sí y su temporada ha dejado pocas dudas. Venía de un equipo grande, también acostumbrado a la exigencia y la presión de ganar, así que a su llegada a España, lo que más le preocupaba es que tenía que comer y cenar en los restaurantes casi solo, con el resto de mesas vacías. Es austriaco y venía de Alemania, así que eso de comer más allá de las 14:00 y cenar alrededor de las 22:00 no lo entendía demasiado.
En el césped no ha tenido esos «problemas» y no ha tardado en pasar a ser uno de los líderes del vestuario. Su imagen levantando una silla de plástico en la celebración de los goles en la remontada al PSG es ya icónica de esta Champions. Además, ha animado a sus compañeros a que, después de los grandes partidos, se acercaran a todas las gradas del Bernabéu para agradecer a los aficionados su apoyo, una costumbre muy arraigada en la Bundesliga, pero no tanto en España. Es el futbolista del Real Madrid con mejor porcentaje de acierto en los pases (92,5%) y es además uno de los que más ejecuta, lo que confirma que la salida del balón pasa principalmente por él. En el Bayern y en su selección es más lateral izquierdo que central, pero Ancelotti lo necesitaba en el centro de la defensa. En ese puesto se pierde un poco su proyección ofensiva, aunque es de esos futbolistas que en cuanto pueden aparecen en el área rival. Tiene un buen golpeo con la zurda y ha marcado tres goles este curso: en el Camp Nou, en la goleada al Sheriff en Champions y en El Sadar cuando la Liga estaba a punto de resolverse. Se acaba de recuperar de una lesión muscular, pero Ancelotti lo tiene claro: «David va a jugar la final».
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