Champions

El Atlético no puede con Mignolet (0-0)

El portero del equipo belga fue un muro para el equipo rojiblanco, que tuvo media docena de ocasiones clarísimas. Si los del Cholo ganan al Leverkusen en casa y al Oporto fuera se clasifican

Simon Mignolet, portero del Brujas, fue el mejor del partido. Hasta paró un tiro de Morata con la cara
Simon Mignolet, portero del Brujas, fue el mejor del partido. Hasta paró un tiro de Morata con la caraManu FernandezAgencia AP

El Atlético de Madrid puede ser divertido a veces, tiene una cara alegre que le cuesta mostrar, pero siempre le resulta más sencillo si está Griezmann en el campo. Da igual si aparece en la última media hora o desde el comienzo, como hace ahora que se ha liberado del compromiso con el Barcelona.

Griezmann estaba en todas las jugadas de ataque del Atlético, establecido como un nueve mentiroso en la alineación del Atlético ante la ausencia de Morata y de Cunha en el once. Era Correa su compañero en la delantera, el jugador que salvó al Atlético de un desastre contra el Girona y de tantos otros en otras ocasiones.

Pero lo que le faltaba al Atlético era el gol. Llegaba con facilidad y con frecuencia a probar las manos de Mignolet: Correa, Lemar, Griezmann, sobre todo. Pero el gol no llegaba y cuando lo hizo no valía. Le anularon dos tantos al Atlético. Y en los dos estaba Correa en fuera de juego. En el primero dio el pase de gol a Saúl para que la empujara. En el segundo marcó él. Pero ninguno sirvió.

Era otra cosa el Atlético, diferente a lo que acostumbra esta temporada, algo más fresco, con más ideas, más atractivo para el espectador. Pero no acertaba con la portería. Y la solución nunca era Joao Félix para Simeone, que fue haciendo cambios sin que el portugués llegara a aparecer en el campo.

Fue corrigiendo casi todo lo que había cambiado en el comienzo. A Witsel lo dejó para el final, pero antes, a falta de un delantero, juntó en el campo a los dos que tiene: Morata y Cunha.

Cada vez que el Brujas se acercaba, asustaba un poco al Atlético. El protagonista siempre era el mismo, Jutglà, aunque sólo una vez hizo trabajar a Oblak. Su remate, muy flojo, no tuvo dificultad para el portero esloveno.

Sólo una vez el Atlético sintió de verdad el miedo en el cuerpo. Fue en una arrancada de Buchanan, el extremo canadiense que empezó el partido como lateral izquierdo. Llegó hasta el área con Nahuel Molina y todo parecía indicar que era el penalti. El árbitro pitó y Vanaken, el capitán del Brujas, estaba ya preparado para lanzar con el balón bajo el brazo, cuando le quitaron la ilusión. El VAR demostró que la falta había sido de Buchanan.

El Brujas acabó encerrado en su área después de quedarse con diez por la expulsión de Showa, que vio dos amarillas por protestar. Con el Atlético apretando, emergió la figura de Mignolet, el suplente de Courtois en la selección belga. Hasta despejó una con la cabeza en un remate de Morata que llevaba escrita la palabra gol. La afición del Brujas, bastante numerosa y bastante bullanguera, gritaba el nombre de su portero desde su rincón. El responsable de que el Atlético se quedara como estaba. Cuando acabó el partido sus compañeros fueron a abrazarlo, conscientes de que sin él, el cero en su marcador no hubiera sido posible.

El Atlético sale con Jan Oblak; Nahuel Molina, Stefan Savic, José María Giménez, Reinildo Mandava y Saúl Ñíguez, en la defensa; Koke Resurrección, Geoffrey Kondogbia y Thomas Lemar, en el medio campo; y Ángel Correa y Antoine Griezmann, en la delantera, tal y como probó el técnico en la última sesión previa del martes.

En el Brujas, Carl Hoefkens, su técnico, alinea de inicio a Simon Mignolet; Denis Odoi, Brandon Mechele, Abajar Sylla; Raphael Onyedika; Andreas Skov Olsen, Casper Nielsen, Hans Vanaken, Tajon Buchanan; Ferran Jutglà y Kamal Sowah.