Sección patrocinada por: sección patrocinada

Copa del Rey

Pablo Barrios saca al Atlético del barro ante el Arenteiro

El canterano rojiblanco puso por delante a su equipo, que había comenzado perdiendo en el campo del modesto equipo gallego y acabó remontando (1-3)

Pablo Barrios celebra el gol que puso por delante al Atlético
Pablo Barrios celebra el gol que puso por delante al AtléticoBRAIS LORENZOAgencia EFE

Pablo Barrios armó la pierna izquierda para aliviar los nervios del Atlético. Marcó el segundo y Simeone y su equipo pudieron respirar por fin. El canterano rojiblanco apareció para resolver un partido que se les había complicado demasiado.

Todo era incómodo para el Atlético, que regresó al pasado que sólo Simeone ha vivido como futbolistas, el de los campos de hierba natural embarrados por la acción del clima en el norte de España.

Ninguno de sus jugadores, criados ya en academias con césped artificial antes de pasar a los campos como moquetas ha pasado por esos terrenos que convierten la línea de gol en un barrizal capaz de atrapar cualquier balón que llegue hasta allí con un poco de timidez.

Pero el partido se complicó más por el ímpetu del Arenteiro, un rival que no sintió miedo por enfrentarse a uno de los grandes de España. Encaró el partido con la ilusión de seguir avanzando y poder encontrarse más adelante con otro rival de esa altura. Para ello se esforzó Escobar, su delantero, que se acercó al gol en dos remates antes de que Markitos definiera con enorme calidad la jugada que ponía por delante al equipo local. Recibió con el pecho en el área y, sin dejarla caer, levantó la pelota por encima de Oblak. Nada intimidaba al Arenteiro, que siguió buscando el segundo mientras al Atlético le costaba adaptarse a la situación. Ni siquiera la expulsión de su entrenador, Javi Rey, les hizo dar un paso atrás. González Fuertes no le perdonó las protestas a pesar de la insistencia de Simeone en que lo dejara pasar

Los rojiblancos se conformaban con un remate de cabeza de Morata y un mal centro de Llorente que se fue hacia la portería, aunque no sorprendió a Diego García, el guardameta del equipo gallego. Hasta que González Fuertes pitó el penalti que sirvió a Carrasco para igualar el encuentro. Apenas tardó tres minutos el equipo del Cholo en igualar el encuentro. Justo a tiempo para marcharse al descanso como si no hubiera pasado nada.

La Copa es el único título que pueden ganar los rojiblancos a estas alturas de la temporada y no podían dejar que se escapara de cualquier manera. Aunque les costó.

El árbitro vio penalti en una dudosa caída de Carrasco en el área y esta vez fue Morata el que se dirigió al punto de penalti. Pero no acertó con un lanzamiento demasiado flojo y demasiado centrado que Diego García interpretó de manera perfecta. Se empeñó el portero local en que no marcara el delantero de la selección y no mucho después consiguió sacarle un remate en el área pequeña.

Tuvo que llegar Pablo Barrios, un canterano al que Simeone estaba dando confianza antes del parón por el Mundial para liberar al Atlético.

Cuando ya estaba todo resuelto, Carrasco finalizó un contraataque con absoluta solvencia, encarando al portero y regateándolo antes de empujar la pelota a gol.

Era la tranquilidad definitiva para el Atlético, que mantiene la ilusión por ser campeón esta temporada.