Atlético de Madrid

Atlético de Madrid

Casta de líder

Cuenca adelantó al Granada, Carrasco espabiló al Atlético, marcó tres goles seguidos y pasó el testigo a Gaitán (2), Correa y Tiago: 7-1.

Carrasco recibe la felicitación de sus compañeros tras marcar su tercer gol ante el Granada.
Carrasco recibe la felicitación de sus compañeros tras marcar su tercer gol ante el Granada.larazon

Los de Simeone han pasado por encima del equipo granadino, que nada pudo hacer frente al equipo más en forma actualmente de la Liga española.

El crecimiento del Atlético es directamente proporcional a su contribución a las diferentes selecciones nacionales. Es víctima de ese movimiento migratorio tan propio de los equipos grandes. Y lo acusa... Por ejemplo, se le ve más fresco a Juanfran que a Filipe, no tanto a Gabi como al incansable Koke. En principio, hasta que escuchan a rebato. La consecuencia de correr menos, de imprimir menos velocidad al juego, de llegar más tarde a la pelota y de ser más impreciso en los pases es que cualquiera, incluso el último de la fila, te puede mojar la oreja. El Granada de Lucas Alcaraz nunca había marcado en el Calderón, hasta este sábado 15 de octubre. Con el 0-1, un lujo de Cuenca, el Cholo tuvo que incrementar su actividad en la banda, pidiendo al público el aliento que faltaba abajo. A raíz del gol hubo temblores, como si una caraja sensacional se hubiera apoderado del líder. Entonces apareció Carrasco, inadvertido hasta ese instante, logró el gol del empate y antes del descanso el 2-1. Se imponía la calidad; prevalecía la lógica del poderoso sobre la buena voluntad del humilde, después de todo derrotado y pasado por encima: 7-1.

Cinco derrotas y dos empates del Granada, carta de presentación en el Manzanares. Paco Jémez entró en un proyecto que no era el suyo, intentó imponer su estilo, mirar siempre hacia la portería contraria, que la propia terminará por aceptarlo, imaginaba, y en cuanto el equipo adquiera los mecanismos adecuados se defenderá. Al llegar la octava jornada su lugar en el banquillo lo ocupa Lucas Alcaraz, menos festivo, menos racial, mucho menos ofensivo, pero más identificado con el momento, crítico, y con las urgencias para detener la sangría: muros y contragolpe; rigor táctico, marcajes severos, confiar en el «virus FIFA» y jugar alguna papeleta en la tómbola. Le tocó en el minuto 18. No tuvo más suerte.

Con Alcaraz, que ha intentado asegurar el sistema defensivo, el Granada no marcaba en el Calderón. Esta vez lo hizo. Godín no llegó a tiempo al corte ni despejó junto a la banda; la volea de Isaac Cuenca, lejos del alcance de Oblak. Pero la mala racha de derrotas continúa: tres de tres.

Con Simeone, el Atlético ha dejado de distraerse en días tan señalados como la fiesta de las peñas; no hay cuartel, aunque la facilidad inicial promoviera el desánimo. Aquella desdichada costumbre de aguar en el terreno de juego la fiesta del aficionado en el graderío ha sido desterrada.

El Atlético va en serio y encara al colista de la Liga como al líder de la Bundesliga: concentrado. Los titubeos iniciales en el campeonato, con aquellas concesiones al Alavés y al Leganés –sendos empates inesperados, tanto el de casa contra los vitorianos como el de Butarque– son un mal recuerdo. Lo que abunda desde entonces es la satisfacción por el trabajo bien hecho, ratificado en sendos encuentros frente a equipos postineros, como el Bayern y el Barça, sin olvidar el golpe de autoridad sobre el tapete de Mestalla. Y, además, entretiene, inspira confianza cuando juega, ya no es el equipo timorato, fortificado y aburrido que, no obstante, sacó petróleo de partidos inhóspitos. Durante cinco minutos, a raíz del 0-1, se mostró inseguro y melifluo. Fue un espejismo. Dispone de recursos y de calidad para contrarrestar los bajones.

Carrasco es uno de esos ejemplos de rescatador cuando parece que es imposible revolver una situación adversa. Hizo el 1-1, en un barullo; el 2-1, con «ayuda» de Tito, y el 3-1, el tanto más limpio de los tres, a centro de Griezmann. Trigoleador, con el equipo empujando de tal manera que los diques nazaríes cayeron frente a la imparable avalancha.

Consumado el «hat trick», Carrasco pasó el testigo a Nico Gaitán, que aprovechó los mejores combinaciones rojiblancas para hacer el 4-1 y a continuación el 5-1. Dos goles magníficos y, ya sin Griezmann ni Gameiro, que se fueron sin marcar, Correa y Tiago rubricaron la goleada. Curioso, 7-1 sin la contribución de los «pichichis». El Atlético golea y convence. A la solidez habitual, añade hechuras y casta de líder.

- Ficha técnica:

7 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Correa, Gabi, Koke (Tiago, m. 66), Carrasco; Gameiro (Gaitán, m. 61) y Griezmann (Fernando Torres, m. 66).

1 - Granada: Ochoa; Tito, Vezo, Lombán, Gabriel Silva; Isaac Cuenca, Angban (Uche, m. 63), Javi Márquez, Andreas Pereira; Alberto Bueno (Barral, m. 62) y Ezequiel Ponce (Kravets, m. 75).

Goles: 0-1, m. 17: Cuenca, de bonita volea desde el borde del área. 1-1, m. 33: Carrasco remata un balón suelto dentro del área. 2-1, m. 44: Carrasco, con un tiro con la derecha que desvía Tito y descoloca a Ochoa. 3-1, m. 61: Carrasco culmina un pase de Griezmann. 4-1, m. 62: Gaitán remacha tras un rechace. 5-1, m. 80: Gaitán, con un disparo desde dentro del área. 6-1, m. 84: Correa, con un tiro junto al poste. 7-1, m. 87: Tiago, dentro del área con la derecha.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (C. Vasco). Amonestó al local Correa (m. 59).

Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 53.000 espectadores. El Atlético de Madrid celebró el Día de las Peñas.